Este alimento ‘saludable’ podría estar causando tus gases y nadie te lo dice
Sí, comes bien… pero eso que tanto te recomiendan podría estar inflándote el estómago todos los días.
Si llevas una dieta saludable, probablemente incluyas muchas verduras, legumbres o productos integrales en tus comidas. Pero si a pesar de eso sufres de gases, inflamación o malestar estomacal, hay un alimento que podría estar causando todo sin que lo sepas: el brócoli.
Aunque es famoso por sus beneficios, el brócoli —así como otros vegetales crucíferos— puede ser uno de los principales responsables de ese vientre inflamado que no entiendes.
¿Por qué el brócoli (y sus primos) causan tantos gases?
El brócoli pertenece a la familia de las crucíferas, junto con la coliflor, coles de Bruselas, repollo y kale. Todos estos vegetales contienen compuestos que, aunque beneficiosos, son difíciles de digerir para muchas personas. Uno de ellos es la rafinosa, un tipo de azúcar complejo que el cuerpo humano no puede descomponer completamente en el intestino delgado.
Al llegar al colon, esta sustancia es fermentada por las bacterias intestinales, lo que produce gases como hidrógeno, dióxido de carbono y metano. El resultado: flatulencias, hinchazón y malestar abdominal, sobre todo si no estás acostumbrado a comerlos seguido o los consumes en grandes cantidades.
Es saludable, pero no para todos
Aunque el brócoli es rico en fibra, vitamina C, antioxidantes y compuestos anticancerígenos, su perfil nutricional no garantiza que sea “ligero” para todos los estómagos. De hecho, las personas con intestino irritable (SII) o con digestión lenta suelen tener más sensibilidad a estos alimentos, lo que empeora sus síntomas.
Además, comerlo crudo —como en ensaladas o batidos verdes— aumenta el riesgo de gases, ya que la cocción ayuda a descomponer parte de los compuestos problemáticos.
¿Hay forma de evitar los gases sin dejar de comerlo?
Sí. Si te gusta el brócoli y no quieres dejarlo fuera de tu dieta, hay formas de reducir su impacto:
- Cocínalo al vapor o salteado, en lugar de comerlo crudo.
- Introduce porciones pequeñas si no lo comes seguido, para que tu cuerpo se adapte.
- Combínalo con alimentos que favorecen la digestión, como jengibre o cúrcuma.
- Algunas personas usan enzimas digestivas (como Beano) antes de comidas con brócoli o legumbres, lo cual puede ayudar.
Si ya eliminaste alimentos ultraprocesados y sigues sintiéndote inflamada, vale la pena revisar otros alimentos “saludables” que también causan gases, como:
- Legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles).
- Avena y granos integrales.
- Manzanas, peras y sandía (por su alto contenido en FODMAPs).
- Edulcorantes como xilitol o sorbitol (en chicles o snacks “light”).
En conclusión, Comer sano no siempre significa sentirse bien. El brócoli, aunque lleno de beneficios, puede ser el culpable de tus molestias digestivas.