Las verduras que nunca debes recalentar (y lo haces todo el tiempo)
Espinacas, apio, papa y otras verduras comunes pueden volverse tóxicas o perder nutrientes si las calientas mal. Aquí te explicamos por qué y cómo evitarlo.
Algunos vegetales contienen nitratos naturales que, al exponerse nuevamente al calor, pueden transformarse en nitritos, compuestos potencialmente dañinos para el organismo.
Otros, simplemente, pierden sus nutrientes o pueden provocar malestares digestivos si se recalientan más de una vez.
¿Cuáles son?
1. Espinacas
Contienen altos niveles de nitratos. Si las coces y luego las recalientas, esos nitratos pueden transformarse en nitritos, que en exceso están relacionados con problemas en la sangre y, en casos extremos, incluso con riesgo cancerígeno a largo plazo.
2. Apio
Muy común en caldos, el apio también contiene nitratos. Recalentarlo puede ser especialmente riesgoso si estuvo varias horas fuera del refrigerador antes de volver a calentarse.
3. Betabel (remolacha)
Al igual que las anteriores, es rica en nitratos. Además, pierde gran parte de sus antioxidantes al ser recalentado, por lo que sus beneficios se reducen y sus riesgos aumentan.
4. Papa cocida
Aunque no entra en la categoría de “verde”, muchas veces se considera inocente. Sin embargo, al recalentarse, puede desarrollar bacterias como Clostridium botulinum si no se refrigeró bien. También pierde textura y sabor, lo que la hace menos segura y menos apetecible.
¿Entonces qué hago con las sobras?
No se trata de entrar en pánico ni de tirar comida a la basura. Pero sí de ser más consciente al momento de guardar y recalentar tus alimentos. Aquí algunos consejos:
- Si vas a guardar espinacas cocidas, consúmelas frías (por ejemplo, en ensalada) o solo calienta lo que vas a comer al momento.
- Guarda las sopas con apio o betabel en porciones pequeñas para evitar recalentar todo el recipiente.
- Evita dejar estas verduras cocidas fuera del refri por más de 2 horas.
- Cuando tengas dudas, mejor consúmelas en crudo o prepáralas al momento.
Aunque parezcan detalles mínimos, estos hábitos pueden hacer una diferencia importante en tu salud digestiva y nutricional. Y si ya te dio miedo pensar cuántas veces has hecho esto… bienvenida al club.