Donde habitan los sabores y las memorias

Existe algo sagrado en este lugar: una reverencia cotidiana al trabajo honesto, al sabor heredado, al encuentro humano. Cada baldosa, cada vitrina, cada cuchara removiendo caldo es un acto de resistencia cultural.

Hoy, el mercado no únicamente ha sido restaurado, sino sido reafirmado como hogar de una comunidad, como testimonio de una ciudad que se reconoce en su historia y se proyecta en su futuro. Quien camine por aquí no camina solo: camina con la memoria de Hermosillo entera.

Con más de 111 años de tradición en reafirmar el sabor sonorense en los paladares de visitantes y locales, el Restaurante El Pelón Villa ve con buenos ojos la rehabilitación del Mercado Municipal.

Estilos

Las voces que dan vida al mercado

En el año de 1913, Francisca Nieblas, mejor conocida como “Panchita”, empezó la venta de café frente a la construcción del Mercado Municipal en donde algunos de sus clientes eran los mismos trabajadores.

Una vez que abrió sus puertas, la oriunda de Álamos, Sonora hizo el esfuerzo de rentar un local y además de café, brindar desayunos; uno de los platillos más emblemáticos era la gallina pinta y el café.

Durante los inicios del local, fue llamado “Café Panchita”, pero con el paso de los años heredó su negocio a su hijo, Miguel Villa, quien fue agregando otro tipo de comida como barbacoa, cabeza, chicharrón y menudo al menú, el cual se amplió y fue del gusto de sus visitantes..

Actualmente, Miguel Villa Coronado es quien se encarga de manejar el restaurante, el cual, a pesar de la rehabilitación y cambio temporal de ubicación, no ha perdido a sus fieles comensales.

“Estoy muy contento, porque era algo que desde hace muchísimos años había sido necesario pero no se había realizado, creemos que va a ser un parte aguas para nosotros como comerciantes”, dijo.

El Mercado Municipal es uno de los puntos de reunión más importantes y que durante muchos años ha sido un sitio que guarda no sólo charlas, sino amistades y también la historia de la ciudad.

Desde verdura, hasta carnes y otros insumos para preparar la comida del día o de festividades especiales es posible encontrar dentro de las paredes del inmueble, el cual cuenta con más de 100 años de antigüedad.

En su interior es posible encontrar el sazón sonorense, el cual es transmitido en cada uno de sus platillos, desde el tradicional menudo y gallina pinta hasta los tacos de cabeza, barbacoa, chicharrón y las muy populares y buscadas malteadas, las cuales son de varios sabores y ayudan a mitigar las extremas temperaturas que se viven en la capital sonorense.

Cabe agregar que también hay otro tipo de giros, como las revistas, las mercerías, tiendas de ropas, entre otros; cada uno brinda al Mercado Municipal parte de lo que hoy es su esencia.