Rumbo al altar

Dos parejas están viviendo uno de los momentos más emocionantes de su historia juntos: la planeación de su boda.

Fátima Terán y Diego Delgado se comprometieron en mayo de 2024, cuando Diego sorprendió a Fátima con una propuesta frente a un lago, creando un momento mágico e inolvidable tras más de dos años de relación.

Por su parte, Lariza Neváre y Javier Acosta decidieron casarse en agosto del mismo año, cuando Javier preparó un encantador “spot” con detalles elegantes y delicados en un recinto de eventos para hacer la gran pregunta, luego de más de un año de noviazgo.

Estilos

Glamour nupcial

Ambas parejas comparten lo especial que ha sido el camino del compromiso: desde las emociones del “sí, acepto” hasta los preparativos del gran día.

Fátima y Diego

Desde el momento en que Diego conoció a Fátima, tuvo claro que ella sería su esposa; “No fue una corazonada, fue una certeza”, confesó.

Y aunque Fátima también soñaba con ese momento, jamás imaginó que llegaría tan pronto: “¡Juraba que eso iba a pasar como un año después!”, dijo.

Su historia comenzó con una amistad ofrecida y una respuesta valiente: “Por favor no me quites la oportunidad de conocerte”; así nació una conexión que hoy está a punto de llevarlos al altar.

La emoción por la boda ha estado a flor de piel y no sólo por la organización, sino por lo que representa; “Pensar en un futuro juntos… wow” dijo Fátima conmovida.

Desde el “first look”, hasta la entrada a la Iglesia con la marcha nupcial, cada momento ha sido planeado con amor; pero también hay espacio para la fiesta, los “happenings” y hasta un vals con su papá, un sueño de infancia hecho realidad.

Y para el gran día la pareja tendrá un día lleno de complementos personales y sorpresas; Diego siempre le da una vuelta a Fátima cuando llegan a cualquier lugar y ese gesto no faltará en su gran día.

También preparan detalles como una cena para trasnochados, habrá saxofonista tocando el himno del Real Madrid y toques divertidos que celebran la carrera de Fátima como nutrióloga. “Queremos que sea una boda muy personal y auténtica”, nos aseguraron; con un amor así, real, cómplice y lleno de detalles, no hay duda de que será inolvidable.

Estilos

Glamour nupcial

Lariza y Javier

Aunque el tema del matrimonio ya se había tocado entre ellos, Lariza jamás imaginó que el gran momento llegaría cuando lo hizo; “El día en que nos comprometimos fue una completa sorpresa para mí, porque no me lo esperaba para nada, pero ha sido uno de los mejores momentos de mi vida”, contó emocionada.

Sin tener una fecha fija ni planes definidos, el compromiso llegó como un hermoso giro del destino que marcó el inicio de una nueva etapa.

La planeación ha sido todo un torbellino de emociones para la pareja; “Todo ha sido muy emocionante, hasta el más mínimo detalle nos hace sentir emocionados y un poco estresados, pero muy felices”, confesaron.

Sin rituales especiales o costumbres específicas, lo que más desean es vivir ese día con alegría, rodeados de quienes más quieren, y crear recuerdos que duren toda la vida.

Su consejo para otras parejas, es claro y sincero: la clave está en la conexión diaria; “Paciencia y comunicación son claves en este proceso; hablen, hablen y hablen de hasta el detalle más mínimo que se les pueda ocurrir de su futuro matrimonio”, recomiendan con total convicción.

Porque más allá del vestido, las flores o la música, lo que verdaderamente hace especial una boda es el amor con el que se construye cada paso.