Revoluciona IA uso de agua en el agro
En un contexto afectado por la escasez de agua y la variabilidad climática, la agricultura enfrenta el reto de mantenerse productiva y sin comprometer los recursos naturales.
El uso de inteligencia artificial en los sistemas de riego está transformando la agricultura al optimizar el consumo de agua, mejorar los rendimientos y contribuir a la sostenibilidad en tiempos de escasez hídrica.
Ante los desafíos actuales del sector, el riego inteligente basado en la inteligencia artificial (IA) se perfila como una de las tecnologías más prometedoras para el futuro del agro, señaló un análisis de la plataforma de consultoría agrícola Agrotech Campus.
Este sistema innovador integra sensores IoT, plataformas digitales y algoritmos de aprendizaje automático que permiten monitorear, analizar y ajustar el riego de manera automática y precisa.
A diferencia de los métodos tradicionales, que dependen de estimaciones manuales, estos sistemas responden en tiempo real a variables como la humedad del suelo, la temperatura ambiental, la radiación solar y las previsiones meteorológicas, garantizando que cada cultivo reciba la cantidad exacta de agua que necesita.
Las ventajas
Uno de los beneficios más notorios es la reducción del consumo de agua, lo que cobra especial importancia en zonas agrícolas con estrés hídrico como el Noroeste de México, región donde está ubicado Sonora.
Al aplicar el riego justo en el momento adecuado, mejora la salud de los cultivos, se reduce el riesgo de enfermedades por exceso o déficit hídrico y se logra una producción más homogénea y rentable.
Los sensores instalados en el terreno envían datos constantemente a plataformas digitales conectadas, lo que permite a los agricultores supervisar y gestionar el riego desde dispositivos móviles o computadoras, sin necesidad de estar físicamente en el campo.
Además, los sistemas de IA utilizan modelos predictivos para analizar datos históricos y climáticos, generando estrategias de riego más eficientes que se adaptan a los cambios del entorno; esta capacidad de anticipación no sólo evita desperdicios, sino que también protege el suelo contra la erosión y la pérdida de nutrientes.
El impacto ambiental también se reduce de manera significativa, destacó el estudio, porque al minimizar el uso de recursos y evitar prácticas intensivas e ineficientes, el riego inteligente contribuye a una agricultura más sostenible, que protege el equilibrio ecológico sin sacrificar productividad.
La incorporación de inteligencia artificial en los sistemas de riego representa un cambio en el uso del agua en el campo al mejorar los rendimientos agrícolas y reducir costos de producción, además de construir un modelo agrícola resiliente, rentable y sustentable.
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