Marca registrada, identidad que genera valor
Una marca registrada puede valer más que los activos físicos de una empresa, por lo que protegerla no es un lujo, sino una estrategia para competir, diferenciarse y protegerse legalmente en un entorno de negocios global.
En el actual contexto económico -cada vez más competitivo y global-, la marca se ha convertido en uno de los activos más valiosos de una empresa, incluso por encima de su infraestructura o maquinaria.
Jesús Alberto Valdez Valenzuela, director del Corporativo Fiscal Valdez Toro, subrayó que la marca registrada es más que un logotipo: es una identidad empresarial que genera valor.
“La diferenciación da como resultado una ventaja competitiva, siempre y cuando ésta sea materializada en el imaginario del mercado por medio de un distintivo visible”, señaló, ya que características como el color, el tamaño o la tipografía ayudan a construir una imagen en la mente del consumidor.
Más allá de lo visual, el verdadero valor de la marca radica en lo que representa: “Lo que da valor a la marca es lo que está detrás de ella: la empresa, los trabajadores, el producto... cuando esto sucede en múltiples clientes, la marca se vuelve un referente comercial”, detalló.
Evitar el plagio
Valdez Valenzuela explicó que una vez que una marca se posiciona en el mercado, el siguiente y más importante paso es protegerla legalmente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) que otorga derechos exclusivos de uso y permite a la empresa defenderse ante la copia, la piratería o el uso no autorizado por terceros.
Incluso es posible registrar el derecho de uso de marca a nivel internacional a través de la OMPI (Organización Mundial de Propiedad Intelectual), afirmó, por lo importante que es expandir la protección cuando la empresa busca mercados globales.
El valor de una marca
Calcular el valor de una marca no es una ciencia exacta, advirtió el ejecutivo, pero existen metodologías reconocidas internacionalmente.
Entre las más conocidas destacan el método de ingresos (basado en los ingresos futuros que puede generar la marca), el método de mercado (comparación con marcas similares) y el Royalty Relief, que estima cuánto se pagaría por usar esa marca si no se tuvieran sus derechos.
Asimismo, puntualizó que esta valoración debe ser realizada por peritos registrados ante el Indaabin o por un corredor público, conforme a la Ley Federal de Correduría Pública.
“La existencia de activos intangibles, y en particular de marcas, es un hecho muy frecuente en las empresas actuales, y éstos inciden sustancialmente en la creación de valor”, afirmó.
En un mundo donde la primera impresión puede ser definitiva y la competencia es feroz, agregó, una marca registrada es, además de una formalidad, una estrategia de protección, posicionamiento y rentabilidad a largo plazo.
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