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¿Qué es el maridaje y cómo dominar el arte de armonizar sabores?

El maridaje es el arte de combinar una bebida con un alimento de manera que ambos se potencien entre sí.

¿Qué es el maridaje y cómo dominar el arte de armonizar sabores?

En la actualidad, la gastronomía ha superado su función tradicional de alimentar: se ha transformado en un medio para provocar emociones, activar los sentidos y conectar a las personas. En este contexto, el maridaje ha ganado un lugar privilegiado como una técnica culinaria que permite fusionar sabores, aromas y texturas para enriquecer la experiencia en la mesa.

¿Qué es el maridaje?

El maridaje es el arte de combinar una bebida con un alimento de manera que ambos se potencien entre sí, creando una experiencia sensorial más rica y equilibrada. No se trata solo de acompañar una comida con una copa de vino, sino de buscar una sinergia entre elementos que, por sí solos, ya son buenos, pero que juntos pueden alcanzar otro nivel de disfrute.

Aunque muchos lo consideran una práctica intuitiva, la realidad es que el maridaje requiere conocimientos técnicos sobre los perfiles organolépticos (sabores, aromas, texturas) tanto de los alimentos como de las bebidas, así como nociones básicas de química de los ingredientes. Por ello, no es raro que chefs y sommeliers trabajen de la mano para lograr combinaciones exitosas.

Tres tipos de maridaje

Dentro del universo gastronómico, existen tres grandes enfoques para lograr un buen maridaje:

  • Complementario: Se eligen alimentos y bebidas que compartan características similares (por ejemplo, un queso suave con un vino blanco ligero).
  • De contraste: Se apuesta por diferencias que se equilibren (como un platillo picante con una bebida dulce).
  • Por intensidad: Se emparejan alimentos y bebidas con fuerza similar, para que ninguno opaque al otro.

En cualquiera de estos casos, la regla de oro es mantener el equilibrio. El objetivo es que los sabores se acompañen y se realcen mutuamente, sin imponerse.

Más allá del vino

Durante mucho tiempo, el maridaje estuvo casi exclusivamente asociado al vino. Sin embargo, la evolución de la gastronomía ha abierto la puerta a nuevas posibilidades. Hoy en día es posible crear armonías con bebidas como ginebra, whiskey, tequila, mezcal e incluso opciones sin alcohol como café, té o jugos naturales.

Esto ha permitido expandir las experiencias de maridaje más allá de la cena formal: ahora puede aplicarse en desayunos, comidas, postres y hasta en degustaciones temáticas o menús de temporada.

Dulces combinaciones

Una de las tendencias más interesantes en los últimos años es el maridaje con postres. Chocolates amargos con vinos tintos intensos, pasteles frutales con cocteles cítricos o mousses acompañados de café de especialidad son algunos ejemplos de cómo esta técnica también ha conquistado el mundo de lo dulce.

El maridaje como experiencia

Cada vez más restaurantes buscan diferenciarse no solo por su cocina, sino también por las experiencias sensoriales que ofrecen. En este panorama, el maridaje se presenta como un aliado clave para crear momentos memorables. Un menú bien diseñado puede contar una historia, despertar emociones y dejar una impresión duradera en quien lo disfruta.

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En definitiva, el maridaje ha dejado de ser una técnica reservada para expertos en vino: se ha democratizado y ampliado a nuevos horizontes, convirtiéndose en una herramienta esencial para quienes buscan elevar la gastronomía a una experiencia artística y sensorial.

Con información de Gourmet de México.

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