Consumir alimentos ultraprocesados eleva el riesgo de muerte prematura, revela estudio
Una investigación advierte que un incremento del 10% en la ingesta calórica de estos productos eleva un 3% el riesgo de muerte prematura.

Un estudio reciente publicado en el American Journal of Preventive Medicine, retomado por el portal Infobae, revela que el consumo de alimentos ultraprocesados podría tener consecuencias significativas en la salud, aumentando el riesgo de mortalidad prematura.
La investigación, liderada por el epidemiólogo Eduardo Nilson del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (Nupens) de la Universidad de São Paulo, señala que por cada 10% de aumento en la ingesta calórica proveniente de estos productos, se incrementa un 3% la probabilidad de fallecer antes de tiempo.

¿Qué son los alimentos ultraprocesados?
El análisis se basó en el sistema NOVA, utilizado ampliamente en nutrición para clasificar los alimentos según su grado de procesamiento:
- Sin procesar o mínimamente procesados: Frutas, verduras congeladas, leche pasteurizada.
- Ingredientes culinarios procesados: Sal, azúcar, aceites.
- Alimentos procesados: Queso, frutas en conserva con azúcar.
- Ultraprocesados: Productos industrializados con aditivos, como refrescos, pizzas congeladas, snacks empaquetados y bollería.
Efectos en el organismo
Además de su bajo valor nutricional (alto contenido en azúcares, sodio y grasas poco saludables), estos alimentos pueden alterar el metabolismo, favoreciendo condiciones como obesidad, hipertensión, resistencia a la insulina y desequilibrios en el microbioma intestinal.
Nilson explica que su estructura modificada afecta la digestión, la saciedad y hasta la microbiota, mientras que su conveniencia y sabor los hacen más accesibles, desplazando opciones más frescas.
Recomendaciones para reducir su consumo
Expertos en nutrición, como Jessica Crandall, dietista registrada y asesora de FuturHealth, sugieren adoptar cambios graduales:
- Reemplazar snacks procesados por frutas frescas con yogur natural o vegetales con hummus.
- Optar por preparaciones sencillas con ingredientes naturales, como avena o legumbres.
- Priorizar alimentos integrales y mantener un equilibrio flexible (regla 80/20: 80% alimentos naturales, 20% permitidos).
La investigación resalta la importancia de políticas públicas que promuevan una alimentación más saludable, sin demonizar productos específicos, pero incentivando elecciones informadas. Mientras tanto, pequeños ajustes en la dieta pueden marcar una diferencia significativa en el bienestar a largo plazo.
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