Razones por las que no es recomendable tener una Capibara en casa
En los últimos meses, los capibaras han ganado popularidad, sin embargo, tener uno de estos animales como mascota plantea serias consideraciones.

En los últimos meses, los capibaras han ganado popularidad en redes sociales, donde su temperamento tranquilo y su aspecto inofensivo han conquistado a miles de personas. Sin embargo, tener uno de estos animales como mascota plantea serias consideraciones. A pesar de su creciente popularidad, según el reporte de Excelsior, expertos en conservación y bienestar animal explican por qué no es recomendable que estos roedores habiten en entornos domésticos.
Un animal silvestre con necesidades complejas
El capibara es un animal originario de las zonas tropicales y húmedas de América del Sur y Central. Su hábitat natural incluye ríos, pantanos y lagunas, donde forma grandes grupos sociales que pueden llegar hasta 100 ejemplares en la temporada seca.
Esta vida en comunidad es fundamental para su bienestar, ya que el capibara es un animal altamente social que depende de la interacción con otros de su especie. Mantener uno en un entorno doméstico, alejado de su grupo natural, compromete seriamente su salud emocional y física.

Además, el capibara es un animal semiacuático. Sus patas están especialmente adaptadas para nadar, y pasa gran parte del día dentro del agua para regular su temperatura y evitar el estrés. En un hogar, replicar estas condiciones sería sumamente complicado.
Se necesitaría un espacio amplio que, además de ofrecer un acceso constante a cuerpos de agua, pueda garantizar las condiciones óptimas para su desarrollo, algo que resulta inviable en un entorno urbano.
Tamaño, dieta y cuidados veterinarios
Otro aspecto crucial es el tamaño y la dieta del capibara. Un ejemplar adulto puede medir hasta 1.5 metros de largo y pesar entre 35 y 80 kilos. Su alimentación diaria incluye entre 4 y 7 kilos de hierba fresca, así como vegetación acuática, frutas y otros vegetales. Esto representa un desafío logístico y económico significativo para quienes consideren tener uno como mascota. Además, el mantenimiento de su dieta adecuada puede resultar costoso y complicado.
En términos de salud, el capibara requiere atención veterinaria especializada. Al tratarse de una especie silvestre, no todos los veterinarios están capacitados para atenderlo. Su cuidado exige profesionales con experiencia en fauna exótica, cuya disponibilidad es limitada en muchas regiones del país, lo que podría poner en riesgo su bienestar si llegase a enfermar.
Aspectos legales en México
Aunque en México no está prohibido tener un capibara como mascota, su adquisición está estrictamente regulada. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) exige un permiso específico para su posesión, dado que el capibara es considerado un animal exótico. Sin embargo, obtener este permiso no garantiza que el animal recibirá las condiciones adecuadas para su bienestar.
Expertos en conservación advierten que la demanda de estos animales puede contribuir al tráfico ilegal de especies, un fenómeno que ha crecido en los últimos años y que pone en riesgo la biodiversidad.
Además, los precios elevados de los capibaras comercializados legalmente fomentan la oferta de ejemplares en mercados informales, donde las condiciones sanitarias y el bienestar de los animales no están garantizados. Esta falta de control abre la puerta a prácticas ilegales que agravan aún más la situación.
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