Tiene libro, ese refugio de las palabras, hoy su día

Esta celebración, establecida por la Unesco, busca fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual

El 23 de abril de 1616 mueren Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare, por lo que, a su memoria, se instituye el Día Mundial Del Libro y del Derecho De Autor. FOTO: ESPECIAL

Por Redacción GH

23 de abril 2024

HERMOSILLO, Sonora.- El 23 de abril es una fecha que toda persona amante de la literatura tiene marcada en rojo en el calendario, ya que se celebra el Día Internacional del Libro.

Se cree que un día como hoy, pero de 1616, fallecieron Miguel de Cervantes y William Shakespeare, y en esa efeméride reside el origen de la elección. Aunque, eso sí, la fecha de la muerte de ambos autores no es oficial, pudiendo ser la de escritor español el 22 de abril.

El primer Día Internacional del Libro se celebró el 7 de octubre de 1926, cuando el escritor Vicente Clavel Andrés propuso conmemorar el nacimiento de Cervantes. Le presentó la idea de establecer un día oficial del libro a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona y aprobaron marcar este día en el calendario.

El Día Mundial del Libro reivindica el hábito de la lectura con actividades desde México hasta China; en 1995 la Conferencia General de la Unesco oficializó la celebración después de que la Unión Internacional de Editores propusiera esta jornada para fomentar la cultura literaria y proteger a su vez la propiedad intelectual. El objetivo principal es apoyar la creatividad, diversidad y la igualdad de acceso al conocimiento.

Tijuana

Promueven la lectura con ‘Ding, Ding, una fiesta hecha de libros’ en el Cecut

Cada año se elige una capital mundial del libro, una iniciativa para fomentar la lectura a través de numerosas actividades. Una designación que corre a cargo de la Unesco y que sólo se otorga a aquellas capitales que demuestran un compromiso con el impulso de la lectura.

EL NOMBRE

‘Libro’ deriva del latín ‘liber’, que significa ‘parte interior de la corteza de los árboles’. El libro como objeto también cobra una relevancia fundamental: Un ejemplo es el Libro de Kells, cuyo estilo caligráfico e intrincadas ilustraciones en una de las piezas más importantes del arte medieval.