Beneficios de dejar de fumar

Descubre qué experimenta el cuerpo al dejar el hábito del tabaquismo

Dejar de fumar es un proceso que puede llevar a síntomas físicos y emocionales | Foto: pexels

23 de abril 2024

El hábito de fumar, una conducta perjudicial que afecta tanto a fumadores como a quienes los rodean, puede ser abandonado en búsqueda de una mejor salud y bienestar. Sin embargo, ¿qué sucede en el cuerpo al tomar esta decisión?

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), dejar de fumar conlleva una serie de síntomas y desafíos que varían de persona a persona.

Efectos de dejar de fumar

Una de las primeras experiencias que enfrentan los exfumadores son los deseos persistentes de fumar. Estos deseos pueden ser intensos al principio, pero aprender a manejarlos es crucial para el éxito en dejar de fumar.

Además, es común experimentar irritabilidad o malhumor tras dejar de fumar. Este cambio en el estado de ánimo es esperado y forma parte del proceso de adaptación del cuerpo a la ausencia de nicotina.

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Genera tabaco peor síndrome de abstinencia

El nerviosismo y la inquietud también son síntomas frecuentes en los primeros días o semanas después de dejar de fumar. Mantenerse activo físicamente puede ser de gran ayuda para reducir estos síntomas.

Otro desafío al dejar de fumar es la dificultad para concentrarse. Muchos exfumadores notan una disminución en su capacidad de concentración en los primeros días de abstinencia.

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El sueño también puede ser afectado. Es habitual experimentar problemas para dormir al principio, aunque esta situación tiende a mejorar con el tiempo.

El aumento del apetito y la posibilidad de ganar peso son cambios físicos que muchos exfumadores enfrentan. El cuerpo puede quemar calorías de manera diferente y los cambios en los hábitos alimenticios pueden ser una reacción al estrés asociado con dejar de fumar.

Finalmente, algunos exfumadores pueden experimentar cambios en el estado de ánimo, sintiéndose ansiosos, tristes o deprimidos temporalmente después de dejar el tabaco. Estos cambios emocionales pueden ser parte del proceso de ajuste del cuerpo a la ausencia de nicotina.