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Casos de fiebre de los loros en medio de un brote de neumonía “misterioso” en Argentina: Lo que necesita saber sobre la psitacosis

La psitacosis, causada por la bacteria Chlamydia psittaci, infecta principalmente a las aves pero puede transmitirse a los humanos a través del contacto cercano.

La psitacosis, causada por la bacteria Chlamydia psittaci, infecta principalmente a las aves pero puede transmitirse a los humanos a través del contacto cercano. Foto: Pixabay

ARGENTINA.-En Buenos Aires, Argentina, ha surgido un grupo de casos de neumonía, evocando recuerdos de los primeros días de la pandemia de COVID-19. Dentro de este grupo, algunos casos han sido identificados como psitacosis, comúnmente conocida como “fiebre del loro”. A medida que aumentan las preocupaciones, es crucial descifrar lo que se sabe y no se sabe sobre este brote.

La psitacosis, causada por la bacteria Chlamydia psittaci, infecta principalmente a las aves pero puede transmitirse a los humanos a través del contacto cercano. Las personas con mayor riesgo incluyen a los cuidadores de aves, empleados de tiendas de mascotas y propietarios de aves. Aunque típicamente leve, la psitacosis puede representar amenazas graves, especialmente para poblaciones vulnerables como los ancianos o aquellos con sistemas inmunológicos debilitados.

“Brote atípico”

El brote, reportado inicialmente el 17 de abril de 2024, ha llamado la atención debido a su naturaleza “atípica”, afectando a un número significativo de individuos más jóvenes, algunos de los cuales requieren hospitalización. Alarmantemente, varios casos no han tenido contacto aparente con aves, lo que plantea preguntas sobre la fuente de la infección.

A pesar de su rareza, la psitacosis no es desconocida, con casos reportados en todo el mundo. Sin embargo, la actual falta de claridad sobre el origen del brote en Argentina y la posible transmisión de humano a humano complican la respuesta de salud pública.

¿Cómo cuidarse?

Las organizaciones de salud globales enfatizan medidas preventivas como la cuarentena, la higiene de manos y el mantenimiento de jaulas de aves limpias. Los estudios sugieren rutas de transmisión no convencionales, como cortar el césped sin precauciones adecuadas, lo que sugiere la complejidad de contener la enfermedad.

Aunque puedan surgir paralelos con brotes pasados como el COVID-19, los expertos instan a la precaución, enfatizando la importancia de respuestas localizadas. A medida que avancen las investigaciones, obtener datos epidemiológicos cruciales es fundamental para determinar la trayectoria del brote y los posibles riesgos más allá de las fronteras de Argentina.

Aunque la psitacosis presenta una situación preocupante, actualmente no hay evidencia que sugiera una transmisión humana generalizada.

Artículo original publicado en The Conversation

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