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Renovación con toque mediterráneo

Una casa de campo, ubicada en Alicante, España, se convirtió en la confortable y luminosa vivienda de una pareja, gracias al trabajo de Pablo Muñoz Payá Arquitectos.

Una casa de campo, ubicada en Alicante, España, se convirtió en la confortable y luminosa vivienda de una pareja, gracias al trabajo de Pablo Muñoz Payá Arquitectos.

“Como la mayoría de las casas de aquí, que no son para habitar todo el año, sino que sólo se usan en el verano, no se cuidó la construcción ni su estado como una vivienda habitual”, explica Pablo Muñoz Payá.

La residencia, concebida entre los setentas u ochentas, necesitaba mantenimiento, además de las adecuaciones que pidieron los dueños.

“Por normativa, la vivienda no podía crecer, están limitados los metros cuadrados a los existentes en esta zona; los techos eran bajitos y era una de las principales preocupaciones de los clientes”, detalla.

La reforma consistió en reorganizar el espacio y despejar las vistas desde el comedor o la cocina. La nueva cubierta permite prolongar el viejo y falso techo con un nuevo panelado fonoabsorbente de madera.

Además, se hizo un facetado triangular que geometriza esa nueva apertura, con lo cual se duplicó la entrada de luz natural y se creó una imagen moderna y sofisticada.

En la sala excavaron el piso para ganar espacio, de modo que los sofás quedaron tres peldaños abajo, empotrados.

Como esa fachada es un ventanal completo, esta maniobra les permitió que, al estar sentados, los ojos de los usuarios queden al ras con la película de agua del exterior, porque la piscina hace un pequeño salto por encima del suelo para permitir el desnivel.

“El agua genera esa sonoridad en el exterior agradable, siempre buscando recuperar esos elementos principales de la arquitectura mediterránea, el sol, el agua, el patio”, menciona Muñoz Payá.

Sofisticado exterior

Al seguir la idea del patio mediterráneo se reordenó la zona exterior aprovechando las construcciones existentes. Se logró un salón, una cocina y una mejor área para las máquinas de servicio.

“Las construcciones donde están la pérgola y la palma ya existían, nuestra labor consistió en rehabilitarlas y mantuvimos el uso de la cubierta, pero la abrimos”, precisa Muñoz Payá.

“La piscina estaba en el mismo sitio, lo que hicimos fue actualizarla, haciéndola desbordante, y pusimos ese muro de marco detrás”.

El recorrido hacia la alberca se logra a través de unas elegantes plataformas con luz en cada peldaño, un elemento clave para darle serenidad con su sonido al jardín. También se realzó la textura, combinando algunos muros lisos con otros de piedra local.

“Usamos la que llamamos piedra en seco, es una forma de hacer muros de contención en el paisaje agrícola valenciano y de todo el Mediterráneo, esa roca son los restos de la explotación de una cantera que está cerca”, indica.

La misma piedra se usó para el marco, al final de la piscina y en algunos detalles, como la base de la palma.

Para el artífice, el mayor reto de esta obra fue no pecar de una arquitectura muy fría, sino lograr un buen equilibrio entre un aspecto contemporáneo y un hogar agradable.

A detalle...

+ La obra es de 2022 y abarca 196 metros cuadrados.

+ El despacho dirigió la arquitectura y el interiorismo, haciendo algunos muebles a la medida, como el sofá.

+ Entre los materiales predominan la madera de roble y los pisos en cerámica de Castellón.

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