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Adaptan oficinas en edificio de Gaudí

La Casa Milá - La Pedrera, construida entre 1906 y 1912, es considerada por muchos el edificio civil más emblemático de Barcelona; su creador fue nada menos que el arquitecto Antonio Gaudí.

La Casa Milà - La Pedrera, construida entre 1906 y 1912, es considerada por muchos el edificio civil más emblemático de Barcelona; su creador fue nada menos que el arquitecto Antonio Gaudí.

Fue en una planta y media de este inmueble modernista, que carece de ángulos rectos, donde el despacho español Borrós Interiorisme se encargó de restaurar y adaptar el nuevo Workplace de la Fundación Catalunya La Pedrera.

La petición del cliente era, sin perjuicio del patrimonio arquitectónico, ubicar las distintas zonas de trabajo de la fundación en una misma planta del edificio, ocupando cuatro viviendas, además de adaptar las áreas comunes, como espacio de reuniones informales y descanso, en otro medio piso.

Marc Borrós, líder del despacho, concibió el proyecto desde el respeto por la arquitectura interior de la edificación, restaurando y conservando elementos importantes, como los distintos pisos originales de mármol, parquet e hidráulicos.

“La reforma se guió por la idea de privilegiar el valor de los elementos arquitectónicos originales que Gaudí diseñó para La Pedrera, por ejemplo, devolvimos el esplendor a los techos de escayola, que en su día fueron creados por Josep María Jujol, retirando todas las instalaciones de reformas anteriores que los habían cubierto”, expuso el interiorista y arquitecto técnico.

Pasado y presente

En cuanto a la paleta cromática, en la búsqueda de armonía pasadopresente, los especialistas de Borrós Interiorisme optaron por la mínima intervención, con una gama de tonos neutros que resaltan la belleza de los elementos originales.

El mobiliario de oficina es monocolor, caracterizado por su modularidad y estandarización, ya que facilita tanto los eventuales cambios organizativos de la fundación, como la movilidad de elementos para adaptarlos a distintas necesidades.

Los artífices también realizaron el proyecto de iluminación, combinando la luz técnica -que desde los muros potencia las formas orgánicas de los falsos techos- con iluminación decorativa, para aportar gran calidez y luz ambiental en la zona de trabajo.

Así mismo, tanto para el área laboral como la de descanso se creó un pavimento vinílico, a la medida, que recuerda al pavimento original de los famosos hexágonos que Gaudí diseñó para La Pedrera.

Con estas acciones, el despacho español logró una intervención acorde con la historia del emblemático edificio y atendió las necesidades de la fundación que hoy lo ocupa.

A detalle...

+ La obra se desarrolló durante tres años.

+ El programa buscó apegarse a la arquitectura y diseño originales, por ejemplo, los baños se adaptaron al estilo modernista del edificio, con materiales neutros de cerámica y complementos de latón.

+ Para favorecer la entrada de iluminación natural y enfatizar cierta sensación de ‘hogar’ y menos oficina, se colocaron grandes cortinas de tejido traslúcido que tamizan la luz y aportan calidez.

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