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Chili, platillo con orígenes en América del Norte

Un platillo icónico creado por los nativos americanos.

Chili con carne.

CIUDAD DE MÉXICO.- El chili, un platillo icónico originario de América del Norte, se ha convertido en un símbolo culinario que refleja la rica diversidad cultural y gastronómica de la región. Con raíces en las comunidades indígenas que habitaban estas tierras, el chili ha evolucionado a lo largo de los siglos, incorporando una amplia gama de ingredientes y técnicas de preparación.

Originario de las comunidades indígenas de América del Norte, el chili era una creación de sabores picantes y llenadores que utilizaban ingredientes locales para satisfacer el paladar y las necesidades alimenticias. Sin embargo, con la llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI, el chili experimentó una transformación significativa al integrar nuevos ingredientes y técnicas culinarias a través del intercambio cultural.

Las distintas regiones de América del Norte han desarrollado sus propias versiones del chili, cada una con características únicas que reflejan la disponibilidad de ingredientes locales y las influencias culturales.

En Texas, por ejemplo, el chili se distingue por su simplicidad y robustez, siendo preparado principalmente con carne de res, chiles secos, comino y ajo. Esta versión, conocida por su ausencia de frijoles, se sirve tradicionalmente con acompañamientos como cebolla picada, queso y aguacate.

En el suroeste de Estados Unidos, especialmente en Nuevo México, el chili verde es una opción popular, elaborada con carne de cerdo y chiles verdes, acompañados de tortillas de maíz y queso. Por otro lado, en el noreste de Estados Unidos, la ciudad de Cincinnati ha desarrollado su propia interpretación del chili, que se sirve sobre espaguetis y se cubre con queso rallado, cebolla y frijoles, con la adición distintiva de especias como la canela.

La preparación del chili puede variar según la región y las preferencias individuales, pero algunos ingredientes básicos son fundamentales para su elaboración.

La preparación del chili puede variar según la región y las preferencias individuales, pero algunos ingredientes básicos son fundamentales para su elaboración. Carne de res, cerdo o pollo, chiles frescos o secos, frijoles y jitomates son elementos esenciales que se combinan con una variedad de especias como comino, ajo y orégano para crear el sabor característico del chili.

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La preparación del chili es relativamente sencilla pero requiere tiempo y atención para lograr un resultado óptimo. Se comienza cocinando la carne con cebolla y ajo, luego se añaden los chiles, los jitomates y las especias para desarrollar los sabores. Después, se agregan los frijoles y se deja cocinar a fuego lento para permitir que los sabores se mezclen y la carne se ablande.

Con información de Gourmet de México.

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