¿Por qué la gente tiene muelas del juicio?

CALIFORNIA.-Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, son el tercer conjunto de molares ubicados en la parte posterior de la boca. Aunque se asemejan a las primeras y segundas muelas, a veces son un poco más pequeñas.

Estas muelas son comúnmente llamadas "muelas del juicio" porque son las últimas de las 32 piezas dentales permanentes en aparecer, surgiendo entre los 17 y 25 años, cuando se supone que somos más viejos y sabios.

No todos desarrollan las cuatro muelas del juicio, y muchas personas optan por extraerlas. ¿Pero por qué las tenemos en primer lugar?

La respuesta radica en nuestro pasado evolutivo. Hace millones de años, nuestros antepasados humanos tenían mandíbulas y dientes más grandes debido a una dieta más exigente, que incluía carne cruda y plantas difíciles de masticar. Fósiles como el de Australopithecus afarensis revelan mandíbulas más robustas y dientes gruesos, adaptados para una masticación poderosa.

La alimentación y las muelas del juicio

Con el tiempo, los cambios en la dieta, como la agricultura y la cocción de alimentos, llevaron a la evolución de mandíbulas más pequeñas y caras más planas en los humanos modernos. La comida más suave hizo que las muelas del juicio fueran menos esenciales.

Hoy en día, alrededor del 25% de las personas carecen de al menos una muela del juicio, posiblemente debido a factores genéticos. La falta de estas muelas puede ser una ventaja para los humanos con mandíbulas más pequeñas, ya que es más fácil acomodar menos dientes.

Aunque algunas personas experimentan problemas con las muelas del juicio, como dolor o inflamación, no siempre es necesario extraerlas si han erupcionado completamente y están sanas. Los dentistas pueden evaluar su presencia mediante examen visual o radiografías y ofrecer recomendaciones sobre el tratamiento necesario.

Las muelas del juicio son vestigios de nuestro pasado evolutivo, y su importancia en la actualidad puede variar de una persona a otra. El cuidado dental regular sigue siendo fundamental para mantener la salud de todos los dientes.

Artículo original publicado en The Conversation