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¿Debes desconfiar de una persona que sonríe mucho? Experta dice que sí y explica por qué

Experta en lenguaje corporal revela las claves detrás de las personas que sonríen demasiado.

La sonrisa, ese gesto universal de alegría, se convierte en un intrincado lenguaje facial cuando se analiza su autenticidad y duración.

¿Qué ocurre cuando una sonrisa se extiende más allá de lo común? Expertos en lenguaje corporal nos revelan sus perspicaces observaciones sobre las sonrisas y sus matices.

La sonrisa genuina, aquella que refleja alegría y paz interior, es apreciada por su autenticidad. Sin embargo, existe un abanico de expresiones que van más allá de la felicidad, como la sonrisa triste, la de miedo, la coqueta, la falsa, la maliciosa y la de desprecio. Cada una, un reflejo de un estado emocional distinto.

¿No confiar en las personas que sonríen demasiado?

La grafóloga y experta en lenguaje corporal, Maryfer Centeno, ofrece un consejo intrigante: no confiar en aquellos que sonríen más de 5 segundos o que sonríen mientras hablan, informa el portal Soy Carmín.

Según Centeno, la emoción sincera no perdura tanto tiempo y se debe observar la congruencia entre la sonrisa y los ojos, ya que las emociones se reflejan en el rostro.

Una sonrisa constante y forzada podría indicar que alguien está ocultando sentimientos negativos, como desprecio o envidia. Los músculos de los ojos son clave en esta evaluación, ya que sólo se contraen en una sonrisa auténtica.

Una sonrisa genuina libera sustancias que aumentan el bienestar y reducen el estrés, como dopamina, serotonina y endorfinas.

El neurólogo Guillaume Duchenne, de Boulogne, identificó que una sonrisa falsa activa únicamente los músculos de los labios y la boca, careciendo de autenticidad y los beneficios para el estado de ánimo asociados a las sonrisas sinceras.

La duración y la expresión de una sonrisa pueden revelar más de lo que imaginamos sobre las emociones de quienes las muestran.

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