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Jugos que debes probar para ayudar a tu Hígado

En el vasto panorama de la salud hepática, el hígado graso emerge como un desafío contemporáneo que impacta a Occidente y, en particular, a México.

CIUDAD DE MÉXICO.-En el mundo de la salud hepática, el hígado graso emerge como una estrella en la constelación de enfermedades crónicas, especialmente en las tierras de Occidente. Ahora, en tierras mexicanas, esta afección se alza como una de las más comunes y, paradójicamente, una de las menos detectadas.

Imagina esto: un órgano vital, el hígado, víctima de una acumulación sigilosa de grasa en sus celdas, desencadenando procesos inflamatorios. Como en una obra de arte, las pinceladas de esta enfermedad se manifiestan cuando la grasa encuentra su hogar en exceso en las celdas hepáticas, superando el umbral del 5% según los sabios de Healthline.

La culpa, en la mayoría de los casos, recae sobre los hombros de la obesidad y un estilo de vida perezoso, donde la inactividad física baila en sintonía. Sin embargo, las consecuencias pueden llevar este juego a niveles más oscuros. Los eruditos de la Clínica Mayo nos alertan: la enfermedad hepática se transforma, se disfraza como cirrosis o, peor aún, como el temido cáncer, empujando a veces incluso hacia la puerta del trasplante de hígado.

No todo está perdido, no en absoluto. Junto con dar un giro a tu estilo de vida, los alimentos juegan su papel. Aquí es donde irrumpen las estrellas de nuestro escenario: las frutas.

Jugos que Cautivan el Hígado Graso

¿Quién sabía que la papaya y el limón podrían ser los héroes anónimos para tu hígado? La papaya, con sus encantadoras enzimas papaína y quimopapaína, más su dosis de fibra, establecen un pacto con el hígado, prometiendo limpieza y funcionamiento suave. ¡Ah, pero hay más! Dos sustancias, cítrico y málico, entran en acción, orquestando una sinfonía de desintoxicación.

Receta: Jugo de Papaya y Limón

Ingredientes:

  • ½ papaya
  • El jugo de ½ limón
  • 200 ml de agua (puedes optar por agua de tamarindo

Pasos:

  • Pela y corta la papaya en trozos.
  • Deposita los pedazos en la licuadora junto con los demás ingredientes.
  • Mezcla hasta obtener una fusión homogénea y sin grumos.
  • Si deseas añadir un toque dulce, incorpora media cucharada de miel y unas hojas de menta antes de mezclar.

¿Y qué tal una combinación cítrica poderosa? Naranjas y limones, armados con polifenoles y aminoácidos, se presentan como guerreros contra las citoquinas inflamatorias. Los cítricos se alían contra las disfunciones hepáticas en un espectáculo de vitalidad

Receta: Jugo de Naranja y Limón

Ingredientes:

  • Naranjas frescas
  • El jugo de limón

Pasos:

  • Exprime las naranjas para obtener su jugo.
  • Combina este jugo con el jugo de limón.
  • ¡Listo para degustar y revitalizar!


La frescura del melón y el toque refrescante de la menta bailan juntos en un número vibrante. Este dúo no solo embellece tus sentidos, sino que también juega un papel terapéutico, ayudando al sistema digestivo y brindando alivio a males como mareos e hinchazón abdominal.

Receta: Jugo de Melón y Menta

Ingredientes:

  • ¼ de melón
  • Un puñado de menta

Pasos:

  • Agrega el melón y la menta a la licuadora.
  • Batir hasta conseguir una textura uniforme con trozos pequeños de menta.
  • Añade un poco de agua si es necesario para lograr la consistencia deseada.
  • ¡Disfruta de este néctar recién preparado!


Los jugos no solo son bebidas, son pócimas mágicas que miman a tu hígado. Abre tus sentidos a estas mezclas refrescantes y regala a tu órgano guardián la atención que se merece.

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