Cambios de estructura aumentan fuerza de la mordida del T-Rex
Se examinó la forma de la cuenca ocular de 410 especies extintas, entre ellas 230 dinosaurios.

Washington.- El Tyrannosaurus Rex tenía una gran mordida que se calcula con una fuerza aproximada de 3.630 kilos, lo que equivale al peso de 3 autos pequeños.
Dicha fuerza de mordida se vio favorecida en el T-Rex y en otros dinosaurios depredadores debido a una intrigante modificación evolutiva del cráneo, y es que en la cuenca del ojo o bien el Hueso Orbital, fue adquiriendo una forma elíptica o de ojo de cerradura en lugar de una forma circular, de acuerdo a los estudios.

Para ello se usaron simulaciones por ordenadora, mismas que demostrarían que un cráneo con una cuenca ocular circular era más vulnerable a altas tensiones durante una morida, aunque las formas modificadas observadas en grandes dinosaurios carnívoros redujero las tensiones en gran medida, además de facilitar fuertes fuerzas de mordida sin haber comprometido al cráneo y su integridad.
El cráneo y la mandíbula inferior deben soportar grandes fuerzas de mordida y cargas durante la alimentación... Esto puede lograrse teniendo un cráneo más fuerte -más hueso- o canalizando las tensiones y deformaciones que se producen de manera que se reduzcan las cargas. Esto se consigue con las órbitas no circulares"
Explica el paleontólogo Stephan Lautenschlager, de la Universidad de Birmingham (Inglaterra), autor de la investigación publicada en la revista Communications Biology.
Cuencas oculares
Lautenschlager examinó la forma de la cuenca ocular de 410 especies extintas, entre ellas 230 dinosaurios y algunos de sus primos reptiles, como el linaje de los cocodrilos y los reptiles voladores llamados pterosaurios. El grupo de los terópodos, criaturas bípedas que incluían a todos los dinosaurios carnívoros, era especialmente interesante.
Resultó que una vez que una especie de terópodo alcanzaba una longitud de cráneo de un metro o más, la forma de sus cuencas oculares se volvía elíptica o en forma de ojo de cerradura.
Este cambio evolutivo ocurrió de forma independiente en varios grupos de terópodos de todo el mundo en el tiempo, según el estudio. En su juventud, los grandes carnívoros tenían cuencas oculares circulares y el cambio de forma se producía a medida que el animal maduraba hacia la edad adulta.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí