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Japoneses cambian el fondo del ropero en pasarela de París

Con escote asimétrico, por debajo de la rodilla o por encima, mini o con solapa en la espalda, con tiras en la falda o con volantes en el escote.

París.- Las firmas japonesas demostraron en la pasarela de París que de las prendas más básicas sale a veces el mejor estilo. Issey Miyake revolucinó las posibilidades del punto en logrados vestidos circulares y Yohji Yamamoto descubrió hasta medio centenar de formas de transformar el clásico vestido negro.

La deconstrucción de las prendas que los japoneses impusieron en la moda a partir de los años 80, y que sin duda se convirtió en una de las mayores aportaciones a la industria de las últimas décadas, fue revisada de nuevo hasta la extenuación por Yamamoto.

Solo el negro protagonizó este viernes su pasarela, en una letanía de vestidos de ese color donde únicamente un tirante, un cambio de escote, un reajuste en el largo o una diferencia en las mangas justificaba el cambio de estilismo.

Con escote asimétrico, por debajo de la rodilla o por encima, mini o con solapa en la espalda, con tiras en la falda o con volantes en el escote, Yamamoto, de 77 años, llevó el minimalismo y la deconstrucción al máximo exponente con sus mil y un vestidos negros.



También exploró su ya reconocido estilo la marca Issey Miyake, cuyo director creativo, Satoshi Kondo, utilizó las técnicas artesanales de la casa en una línea de vestidos orgánicos con siluetas circulares.

Los famosos plisados de la casa, en forma de círculos, se pliegan para pasar de lo que parece un minúsculo cojín a desplegarse y conformar vestidos, faldas y tops.

Para las combinaciones de pantalón y camiseta fluida, en sedas, Kondo trabajó con artesanos de Kioto en la técnica del "hikizome", dibujos teñidos a la mano, realizado con pinceles sobre el tejido húmedo y dando forma en cada ocasión a estampados originales.

La colección primavera-verano 2022, presentada en el marco de la Semana de la Moda de París, se reveló a través de una reducida presentación a la prensa y apoyada en un vídeo retransmitido en las redes de la marca y en la plataforma de la Federación de Alta Costura y Moda, organizadora de la pasarela.



Debido a las restricciones que la crisis sanitaria impone aún en Japón, Miyake se mantuvo en el formato virtual que ha marcado el último año y medio en la moda, si bien en esta temporada las principales casas europeas han vuelto a los desfiles presenciales.

Pero la firma japonesa se defiende bien en estos vídeos, que logra impregnar de sus valores y su estética fluida, ideada para el movimiento, y revolucionaria en los textiles y la técnica.

Así, trabajaron por primera vez el punto en circular, indagaron en la sastrería con chaquetas y chalecos marcados en la cintura y colorearon los vestidos y las camisas de seda con estampados gráficos conseguidos a través del "naki", otra técnica local que permite que los colores se fundan entre sí sobre la tela.

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