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Cómo conservar tu pan para que no se ponga duro

Si te encanta el pan, pero no sabes como conservarlo fresco por varios días, aquí te decimos cómo lograrlo. Sigue estos sencillos tips para evitar que tus bolillos se hagan duros. 

Cómo conservar tu pan para que no se ponga duro

Una buena manera de comenzar el día es con una taza de café y una pieza de pan para acompañarlo. Este delicioso alimento horneado ha sido parte de la cocina nacional desde la época de la conquista, de acuerdo con el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana.  

Sin embargo, su rico sabor y textura puede cambiar con el paso de los días, volviéndose muy duro si no se guardan en las condiciones correctas.

El pan bolillo o birote es uno de los más preferidos por los mexicanos.

Si quieres mantener tu pan en la encimera, el sitio culinario All Recipes recomienda que evites las bolsas de plástico. Este material no permite el paso del aire y atrapa humedad en su interior, lo que promueve la aparición de moho en menor tiempo; además hace aguado el pan. 

Lo mejor es almacenarlo dentro de bolsa de papel. Asegúrate de que esté completamente cubierto para que no se endurezcan las partes expuestas. Después coloca la bolsa de pan lejos de los espacios calientes de tu cocina, como la estufa o el horno. 

german bread rolls

Alejar el pan de lugares cálidos es una de las recomendaciones.

Po su parte, el blog gastronómico Eat Well 101 sugiere que pongan el pan en una bolsa de tela. En caso de que no tengas una, envuelve las piezas de pan con un paño de cocina limpio. De este modo, no perderán su textura crujiente ni se hará duro. 

Para conservarlo durante un periodo más extenso, la panadera profesional Melissa Weller explica que es posible congelarlo. Rebana el pan, coloca las piezas dentro de bolsas resellables, luego mete las bolsas en un envoltorio de papel y mete al congelador. 

Cuando se te antoje un poco de pan, saca las rebanas que necesites y hornea durante cinco minutos a 180 grados centígrados para que recupere su textura inicial. También puedes recalentarlo en una tostadora. Es importante que no lo refrigeres, ya que no tiene el mismo efecto que la congelación. 

El pan debe respirar para que no se haga duro.

Si tu pan ya está duro, el blog gastronómico The Kitchen comparte dos sencillas maneras para ablandarlo. Precalienta un horno a 95 grados centígrados, envuelve el pan duro en una toalla de papel húmeda, ponlo en una charola y hornea durante 5 a 10 minutos. 

Este proceso también se puede hacer en el horno de microondas. Cubre el pan con una toalla de papel húmeda y calienta por 10 segundos. Saca del microondas y comprueba su textura. Repite si es necesario.

Con estos consejos, le sacarás el máximo provecho a tus panes y dsifrutarás de su sabor durante más tiempo. 

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