La romántica leyenda del Tanabata, el festival de las estrellas
Cada 7 de julio, Japón celebra el encuentro de Orihime y Hikoboshi.
HERMOSILLO, Sonora.- El día 7 de julio se festeja en Japón el milenario Tanabata, también conocido como el festival de las estrellas, siendo una de las celebraciones donde más se resalta el folclore de este país.
El festejo tiene su origen en otro festival de las estrellas que se realizaba en China, llamado Qixi y en la leyenda de los amantes Orihime, la princesa de los cielos (también conocida como princesa tejedora y asociada a la estrella Vega) y el pastor Hikoboshi (relacionado con la estrella Altair).
La princesa, quien vivía en la Vía Láctea, enfocaba su vida en realizar hermosos kimonos, sin tener tiempo para enamorarse. Fue por ello que su padre, el Rey Celestial, le presentó a Hikoboshi.
La química entre ellos fue instantánea y se casaron muy pronto. Sin embargo, estaban tan enamorados, que comenzaron a descuidar sus trabajos: las vacas del pastor comenzaron a enfermar y Orihime ya no tejía.
Esto provocó el enojo del Rey, quien separó a su hija de su amado, lo que le provocó una profunda depresión. Al notar su error, el rey de los cielos decidió permitir que la pareja se reuniera una vez al año, el séptimo día del séptimo mes: 7 de julio.
La celebración actual del Tanabata
Los japoneses adornan varas de bambú, planta que simboliza la vitalidad, con muchas tarjetas de papel llamadas tanzaku, con deseos para Orihime y Hikoboshi, en espera de que la pareja celestial los haga realidad.
Algunos deseos son bastantes creativos, teniendo dibujos o poemas, todo con la finalidad de conseguir un mejor mañana. Durante la noche o al siguiente día del Tanabata, las varas de bambú son quemadas o se tiran a un río.
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