5 Poderosas razones para abrazar a tus hijos
En caso de que quieras que tus hijos sean hombres o mujeres capaces de asimilar con éxito el estrés y la decepción esta nota es para ti.
Como papá o mamá amoroso es imposible resistirse las ganas de apapachar o comerse a besos a tu hijo al llegar del trabajo o cada vez que puedes. Es tan corto el tiempo cuando son bebés que es de aprovechar al máximo esta etapa para demostrarle tu amor. Ya, en la adolescencia todo cambia.
Está comprobado según varios estudios que los niños que han recibido muestras de afecto por parte de sus padres, se convierten en adultos más preparados ante los cambios y con menos ansiedad. Además, los niños que tenían mejor relación con su madre, desarrollaban un sentimiento de apego que los preparaba para, en el futuro como adultos, ser capaces de afrontar el estrés y la decepción.
Eso sí, es bueno que tu hijo conozca tus dos caras: la amorosa y la estricta cuando así sea el momento y amerite un buen llamado de atención.
Es por eso que, te compartimos las 5 razones de peso para que no pares de abrazar y besar a tu hijo.
1.- Desarrolla su cerebro
Un estudio del hospital infantil de Columbus, Ohio, demostró que los abrazos son vitales para el desarrollo infantil: forman en su cerebrito una sensación necesaria para establecer los vínculos sociales y emocionales, así como también para el desarrollo adecuado del sistema nervioso del pequeño. Además desarrolla sus emociones positivas.
2.-Les transmite calma
Como a cualquier persona un abrazo brinda calma. Los abrazos reducen la frecuencia cardiaca, y calman la respiración, disminuyen el estrés y estimulan su sistema inmunológico. Incluso hay estudios que confirman que el contacto físico positivo ayuda a reducir la depresión. Son tu mejor manera de transmitirle cariño, cuidado y protección.
3.- Se sienten amados y en paz
Los abrazos ayudan a fortalecer el vínculo emocional entre padres e hijos. Abranzando a tu hijo creas en él un sentido de aceptación que afecta a su crecimiento y desarrollo de manera positiva.
Cuando alguien te abraza, tu sabes quien lo hace de manera sincera, esa misma sensación siente tu hijo, en cada abrazo le transmites amor, tu cuidado y la seguridad que siempre estarás ahí. Está comprobado que al sentirse así, su capacidad de aprendizaje incrementa.
Tristemente, hay muchos casos en los que los niños que no son abrazados y se sienten solos y desmotivados. Está comprobado que su capacidad de aprendizaje incrementa.
4.- Refuerza su autoestima
La autoestima, que se conforma desde pequeñitos, es fundamental para su salud psicológica. Los niños con una buena autoestima son realistas, activos, abiertos, se relacionan más fácilmente con los demás y generalmente son optimistas, contrario a los que tienen baja autoestima pueden volverse pasivos y retraídos. En ocasiones los niños solo necesitan un abrazo para sentirse mejor.
5.- Conocer sus emociones
El jugar con los abrazos es también importante para identificar señales sociales y emocionales. Por ejemplo, cuando juegas a las cosquillas o a la lucha libre con papá y el juego se pone un poco rudo, es momento de frenar y decirle “ya me cansó”, “eso me dolió”, “ya no me gusta” o “ya no quiero”. De esta manera, los niños también aprenden sobre el contacto adecuado y los límites entre lo que se siente bien y me gusta y lo que no.
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