¿Eres el jefe ideal?
El capitalismo nos obliga trabajar mínimo siete horas. Quienes trabajen menos son muy afortunados.
Casi casi vivimos más tiempo en el trabajo y en ese hábitat debemos “convivir” hora tras horas.
Éste proceso inicia al elegir candidatos de trabajo y crear un buen equipo que pueda realizar tareas en conjunto individual para lograr objetivos en comunidad.
Y esta labor recae en el jefe. Sí, ese sujeto al que se le amará u odiará, pero al que se le debe responder con trabajo, respeto y compromiso; si no, no hay paga.
El equipo de trabajo necesita de un jefe que proponga, realice, dirija y delegue las actividades al personal a su cargo.
¿Quién es el jefe ideal?
En mi experiencia laboral, puedo decir que sobresalen los jefes varones. No quisiera restarle valor a la única mujer que he tenido de jefa, pero como frase machista sólo diré: qué te sorprende, ¡es mujer!
Y no es cuestión de sexos, pero un jefe ideal debe ser primero un líder, capaz de comunicarse, de escuchar, de establecer metas claras e innovadoras, de responsabilizarse de sus promesas. Ser imparcial y exigir a todos el 100% de su productividad, incluyéndose en el equipo.
Mi primer empleador tenía su cargo un grupo sólo de mujeres.
Mujeres solteras, casadas con o sin hijos, alegres, serias, groseras, mentirosas, conflictivas, amigables… Y cuando se le preguntaba por qué armó ese equipo, respondía: entre mujeres les gusta competir para destacar, y así me hacen llegar a mi objetivo.
Otro de mis empleadores eligió un grupo multidisciplinario; economistas arqueólogos, sociólogos, pedagogos, letrados. Y decía: las soluciones pueden estar en cualquier lado, por lo que necesito una constante lluvia de ideas.
En otro de mis empleos el jefe en turno, quien es un inversionista exitoso, irrumpió en la oficina en un horario que ya no era laborable.
Al vernos laborando, exclamó sorprendido:
¡Vaya! A estas horas y todavía trabajando. Son más inútiles de lo que creía… No crean que les pagaré horas extra. Así como tienen horario de entrada y les pido lleguen a tiempo, tienen un horario de salida, ni un minuto más ni un minuto menos.
Y alzando la voz, mirándonos con enojo, gritó: les exijo que se vayan ahora, si no pudieron hacer los informes en 8 horas, no los harán ahora. No se crean Mary Poppins!
Organícense desde temprano para tener todo a tiempo, porque para eso les pago.
Y la única mujer que tuve de jefa no proponía nada, desconocía el manejo operativo que su personal realizaba y, por ende, las necesidades de cada uno de sus integrantes.
Su método de trabajo consistía en pedir reportes sobre un tema sin especificar detalles.
Se le entregaban y no le gustaba el resultado, se le pedía indicara que quería hacer, o que es lo que esperaba, y su respuesta irónica era: Por eso te pedí que lo hicieras.
Los psicólogos que laboran en Recursos Humanos indican que un jefe ideal debe conocer a los miembros de su equipo y a sí mismo, poseer habilidades comunicacionales, que le permitan estimular la creatividad de sus subordinados, así como proyectar sus carreras y delegar con inteligencia las tareas.
Si actuamos con desconfianza hacia nuestros subalternos, lo más probable es que recibamos ese mismo sentimiento de ellos.
Es indispensable preguntarles a los empleados e invitarlos a dar sus opiniones y puntos de vista.
Los jefes deben saber delegar. Esto implica compartir el poder con sus colaboradores para que trabajen en forma efectiva.
El jefe debe conocer el potencial de sus subordinados y, si es necesario, capacitar, entrenar y apoye.
El jefe ideal es el que busca en forma constante a quien lo remplace.
Siempre se debe tener preparado al menos a dos subalternos que posean las capacidades de reemplazar a quien los dirige, en cualquier momento y motivo.
Yo tuve un jefe ideal y, como buen jefe, avanzó escalafones en la empresa, siempre logró que el personal a su cargo se moviera a otras áreas, logrando satisfacción y metas para la empresa. Incluso combatió una enfermedad mortal.
Así que, sí existen los ideales, sólo hay que aprender a compartir el poder. Porque el que es perico donde quiera es verde.
FUENTE: http://mx.emedemujer.com/actualidad/eres-el-jefe-ideal/