Síntomas de una perra embarazada

Una perra no esterilizada puede ser madre, ya sea porque la has querido hacer procrear o bien porque ha sido montada por un perro a pesar de que la intención de los propietarios no fuera esa.

Frente a una opción u otra siempre es importante que conozcas los síntomas de una perra embarazada con tal de poder detectar esta situación con toda la antelación posible y darle a tu perra los cuidados que necesita en esta etapa tan especial.

Lo primero que debes saber si sospechas que tu perra puede estar embarazada es que el ciclo menstrual en este caso no es un indicador fiable, ya que es un error común pensar que se asemeja al de las mujeres pero nada más lejos de la realidad.

Una perra menstrúa dos veces al año aproximadamente por lo que la ausencia de menstruación no es ningún signo que nos pueda decantar hacia el embarazo.

Lo que si puedes observar e indicaría que la perra puede estar embarazada es un flujo vaginal, el color y consistencia pueden variar pero observarás un flujo distinto al menstrual, sin sangre, en condiciones normales.

A nivel de comportamiento también hay varias señales que nos pueden hacer pensar que la perra está embarazada. Puede ser que haya una disminución del apetito o un cambio de deseo, es decir: la perra ya no toma la comida que antes le gustaba.

Otro signo importante a nivel conductual es la vitalidad de la perra, la perra suele encontrarse más cansada, con más necesidad de estar tumbada y reposando y puede ser que dé síntomas de malestar general. Del mismo modo, también puede ser que tu perra pase por momentos de mayor irritabilidad.

Si el embarazo está avanzado y se va acercando el momento del parto es normal que la perra empiece a preparar el nido de los cachorros, es decir, está buscando el lugar más apropiado para parir. Puedes ver que explora rincones de la casa y que arrastra sus mantas.

El embarazo de una perra dura de 63 a 67 días aproximadamente y es a mitad de este período, aproximadamente con un mes de embarazo, cuando puedes empezar a advertir que el vientre de la perra se agranda, se distiende y empieza a bajar.

Un síntoma clave de una perra embaraza son los cambios que se dan en sus mamas. Observando las mamas de tu perra verás que son más grandes y que sus pezones son más visibles, se están preparando ya para la lactancia.

Si has detectado estos síntomas en tu perra no esperes más y acude al veterinario. Él confirmará el embarazo mediante analítica de sangre y ecografía y te asegurará que todo transcurra con normalidad. En estos momentos, más que nunca, implícate en la salud de tu perra.