El baño de leche revitaliza tu piel

Cleopatra, una mujer poderosa, seductora y sumamente hermosa no dudó en utilizar todos los secretos de la antigua cosmética egipcia para prolongar su hermosura.

Hay muchos mitos alrededor de esta mujer y su magnífica belleza, así como historias sobre sus tratamientos, pero en específico, de sus baños, siendo el más común el baño de leche.

Éste es un tratamiento tan efectivo para suavizar la piel y desintoxicarla que, aún en nuestros días, sigue vigente.

Así como lo lees: las mujeres del siglo XXI siguen bañándose en leche, en la Ciudad de México sólo hay un lugar en el que se da este tratamiento y es el Spa del Hotel Marquis.

En este spa, ubicado en Paseo de la Reforma, es el más grande de la ciudad, y sin duda es ya icónico en el D.F.

Aquí el Baño Egipcio es el tratamiento estrella y va acompañado de un delicioso masaje relajante y una exfoliación a tu piel.

¿Cómo es el tratamiento?

Pero regresando al baño en leche, éste ya no es con leche bronca, sino con un concentrado de fórmula láctea que brinda los mismos resultados de suavidad a la piel, pero en un formato mucho más higiénico y sin crueldad animal.

Aquí paso por paso cómo es el baño egipcio y qué beneficios te brinda:

Antes de hidratar la piel, lo primero es exfoliarla para retirar todas las células muertas, la exfoliación debe ser profunda con arcilla y sales marinas, las cuales tienen la capacidad de desintoxicar la piel.

Después sumérgete en una tina con pétalos de rosa y agua caliente, la temperatura del agua debe ser elevada para que logre abrir bien los poros de la piel y penetre mejor tanto la fórmula láctea como las sales marinas que se añadan.

Estas sales también se agregan al agua con la finalidad de desinflamar y calmar la piel.

Después se debe agregar la fórmula láctea y se activa el masaje de la tina para que el movimiento propicie una mejor absorción de los ingredientes del baño.

Debes permanecer así durante 30 minutos, una vez que haya pasado la media hora, lo siguiente es enjuagarte el exceso y darte un baño en la regadera.

De inmediato al salir sientes la diferencia en cuanto a suavidad de tu piel.

Para terminar este delicioso tratamiento, el broche de oro es un masaje relajante adecuado a tus necesidades.