Hierbas silvestres que van directo a la cocina
Diente de león, trillium, ortiga, hiedra terrestre o hierba gallinera, todas estas plantas son despreciadas como mala hierba que estorba en el jardín, pero esta idea es errónea.
Sin embargo, estas hierbas silvestres pueden ser una delicia culinaria si se preparan como ensalada o verdura, en el pesto o el aderezo, en la sopa o en el postre.
“Las hierbas silvestres pueden enriquecer eficazmente el menú. Contienen sustancias activas y aromáticas que ya no se encuentran en verduras cultivadas”, explica Steffi Horn, experta en hierbas silvestres y medicinales.
Lo mejor es preparar las hierbas silvestres en estado fresco y frío, así no se pierden las sustancias activas y los aromas, algunas de ellas son solubles mientras que otras no resisten el calor”, dice por su parte nutricionista Elisabeth Westphal, también alemana.
Por esto, las sabrosas hojitas se utilizan principalmente en ensaladas y entrantes.
Tales platos también son una excelente oportunidad para probar el espectro aromático mezclándolas con lechugas o haciendo combinaciones inusuales; el tomate y el mozzarella se combinan bien con cualquier hierba silvestre.
Otras combinaciones más extravagantes son hierba gallinera con pechuga de pollo, diente de león joven con manzanas asadas, berro con fresas o envidia con aquilea.
En platos calientes como sopas o salsas, las hierbas aromáticas son condimentos bienvenidos, preferiblemente, esas hierbas deben añadirse al final.
Las únicas hierbas silvestres que son bastante resistentes al calor son la ortiga, el trillium, el llantén menor y el armuelle.
“Se pueden utilizar como verdura, por ejemplo como espinaca fresca”, dice Horn.
La forma de preparación más fácil es como guarnición de huevos estrellados, pescado o carne.
Las cuatro hierbas mencionadas también se pueden comer perfectamente solas, con nata o patatas en la sopa, en una quiche, en crepas, en pastas de huevo o pastas gratinadas con queso.
Sin embargo, también hay usos más extravagantes: "Muy sabrosas son las hojas de ortiga mezcladas con masa para tortitas rebozadas y cocidas a punto a ambos lados y combinadas con tomate o crema de chocolate”, dice Westphal.
Aunque los aromas fuertes y amargos predominan en las hierbas silvestres, su uso no está limitado a los platos picantes.
“En una ensalada de frutas entran muy bien la viola, hojas de lima y galinsoga parviflora”, dice Westphal.
El ponche y la gelatina con aspérula olorosa son considerados como clásicos; la acedera se combina muy bien con el tiramisú con fresas, agrega Horn.
En los postres con hierbas silvestres desempeña un papel especial la hiedra terrestre, una pariente herbácea de la menta.
“Untadas con chocolate derretido, sus hojas saben como bombones de menta con chocolate”, dice la cocinera y experta en hierbas aromáticas Morgane Bannöhr.
Cortadas finamente, las hojitas, de un aroma intenso, entran muy bien en postres de leche y requesón o en la masa para crepas de huevo.