La historia del hombre demandado por descargar películas ilegalmente de Adam Sandler en Popcorn Time

CHICAGO.-Andrés Prince, un agente de bienes raíces residente en Chicago, se vio envuelto en un inesperado problema legal luego de recibir una demanda por descargar películas ilegalmente en su primer año de vida en Estados Unidos.

Para sorpresa de Prince, el actor Adam Sandler y su equipo fueron los demandantes en este caso.

La historia comenzó cuando Prince, contrató un servicio de internet en su nuevo hogar, de la empresa Comcast.

El joven dice que su hermano, que ya vivía en EU, lo visitaba y en su celular veían películas, por lo que tuvo que pasarle la contraseña para que se conectara a Internet. Su hermano utilizaba la página Pop Corn Time, un sitio de películas piratas.

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Sin embargo, su inocencia lo llevó a encontrarse con una situación legal complicada.

Un día, al llegar a casa de sus tíos, donde residía en ese momento, Prince recibió un paquete inesperado. Al abrirlo, se encontró con un documento legal que resultó ser una demanda a nivel federal de parte de la compañía de internet, representando a Adam Sandler.

La película en cuestión, de la cual el actor no había obtenido grandes ganancias, había sido “descargada” por Prince sin su conocimiento.

La noticia sumió a Prince en un estado de incredulidad y ansiedad. No podía creer que una situación así estuviera sucediendo. Sin embargo, la gravedad del asunto se hizo evidente cuando recibió una segunda notificación, citándolo a comparecer ante un juez y a enfrentar a los abogados de la parte demandante.

El agente de bienes raíces, aún estudiante en aquel entonces, se encontraba en un estado de temor constante. El día de la audiencia, salió de sus clases sudando y se dirigió a la oficina donde tendría lugar la cita. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de la seriedad del caso: se trataba de una demanda federal.

Su abogado le explicó que la demanda se basaba en las descargas ilegales de películas y que la compañía de Adam Sandler buscaba recuperar las pérdidas económicas causadas por esta práctica. Sin embargo, Prince recordó que él nunca había tenido un teléfono Android, el único dispositivo que permitía descargar películas desde la página en cuestión. Su defensa se centró en negar su responsabilidad directa en las descargas.

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Sin embargo, la situación se complicó aún más cuando los abogados contrarios presentaron una lista con más de 150 películas descargadas por su hermano en su celular. Con todas las pruebas en su contra, Prince se dio cuenta de que pelear el caso podría llevar a consecuencias aún más graves.

Finalmente, tras arduas negociaciones, Prince llegó a un acuerdo con la parte demandante. A cambio de pagar una suma considerable y retirarse del caso, logró evitar la inclusión de su nombre en registros criminales federales.

Este episodio marcó un antes y un después en su vida, dejándole una valiosa lección sobre la importancia de proteger las contraseñas de su red y las responsabilidades legales que conlleva el uso de internet.