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"El Baile de los 41" llegará a Netflix en mayo

El baile de los 41: la verdadera historia de la película con Alfonso Herrera, llegará a la plataforma de streaming el primero de mayo. 

CIUDAD DE MÉXICO.- El baile de los 41, protagonizada por Alfonso Herrera y dirigida por David Pablos, es una de las películas mexicanas más esperadas del año y llega en un momento en el que es indispensable seguir abriendo la conversación sobre la discriminación y el trato que se le ha dado a la comunidad LGBT.

La película cuenta la historia de Ignacio De la Torre y Mier (el personaje de Alfonso Herrera), que en 1901 fue uno de los 42 hombres que formaron parte de una fiesta que escandalizó a la sociedad mexicana de la época y que fue detenida por las autoridades, que además intentaron sepultar la historia. Y todo esto sucedió realmente.

En su momento, la sociedad, los medios y las autoridades vieron a la fiesta y a sus protagonistas como un ataque a los valores de la sociedad. Esa noche, los asistentes fueron detenidos y arrestados como si fueran criminales, y se dice que solo uno logró escapar. La película de David Pablos sobre el baile de los 41 busca abrir la conversación para ponernos en los zapatos de sus protagonistas y conocer su historia desde una perspectiva diferente y más empática.

¿Dónde verla?

La película se podría ver en Netflix a partir del 1 de mayo de este año, según lo que confirmó la plataforma con un nuevo trailer.


¿Qué sucedió en el Baile de los 41?

La película es una obra de ficción, pero se basa en la investigación de Pablos y la guionista Monika Revilla sobre la famosa fiesta que sucedió el 17 de noviembre de 1902 en la Ciudad de México. Los invitados eran todos hombres LGBT de familias de la élite mexicana, que habían decidido que la mitad de ellos se vestirían de mujeres, mientras que el resto llevarían los trajes formales masculinos que se llevaban a las fiestas.

La fiesta tuvo lugar en la casa que llevaba el número 4 en la calle de la Paz y se vio interrumpida la madrugada del domingo cuando la policía irrumpió en el lugar, supuestamente después de que un oficial escuchara ruidos y se asomara para ver qué estaba pasando, y descubrió una escena que los dejó escandalizados.

Lo que encontraron fue a 19 hombres vestidos de mujer y, según cuenta la leyenda, a un hombre desnudo tendido en una cama que, supuestamente, era el premio de una rifa que se realizó durante la fiesta.

Al enterarse de la historia, la prensa tachó la fiesta como un ataque a la moral, y se realizaron burlas homofóbicas, se desataron decenas de rumores y leyendas urbanas sobre la depravación de los asistentes y el mundo privilegiado al que pertenecían, un periódico, El Hijo del Ahuizote, incluso publicó un artículo "La aristocracia de Sodoma", y, por su parte en otro artículo escribían que los 41 asistentes "pretendieron huir para quitarse los vestidos del sexo contrario al suyo; pero al darse cuenta la policía que se trataba de algo grave, no dejó salir a ninguno de los 42″. Luego anota: "No daremos a nuestros lectores más detalles por ser en sumo asquerosos".

Por su parte, el periódico El Popular escribió que "todos son pollos gordos, algunos riquillos que la portan; criados en paños azules".

De todos los asistentes, 41 hombres fueron detenidos y solo uno logró escapar. El escándalo se hizo mayor cuando comenzó a circular el rumor de que quien había logrado escapar había sido Ignacio de la Torre y Mier, el hombre que estaba casado con la hija mayor del presidente Porfirio Díaz.

La detención de los 41 dio pie a abusos y violaciones de sus derechos. El abogado Juan Carlos Harris le dijo a la BBC que no existía un motivo para haberlos detenido y que la homosexualidad no estaba prohibida en México, pero todos fueron arrestados y se dice que el yerno de Porfirio Días solo logró escapar porque se lo permitieron para evitar un escándalo mayor.

El Imparcial: imagen de artículo

Los detenidos fueron obligados a barrer las calles de la ciudad usando la ropa de la fiesta, después se publicaron burlas e insultos en los periódicos y muchos de ellos, los que no tenían recursos para pagar a la policía, fueron obligados a entrar en el ejército y enviados a Yucatán como una especie de destierro.

Nunca se realizó una lista con los nombres de los 41 o un archivo de su proceso legal, lo que generó todavía más rumores y convirtió la fiesta en una extraña leyenda. Monsiváis escribió que "en el envío de los homosexuales a Yucatán, a pagar con trabajos forzados su crimen, el número disminuye considerablemente. Son apenas 19. Sin temor de calumniar la honradez proverbial del aparato de justicia en el México de 1901, es seguro que 22 o 23 víctimas de la redada compraron su libertad".

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