Cómo afecta una paliza mediática a las celebridades
Que sea ya costumbre que las celebridades sean objeto de comentarios ofensivos en línea no significa que tengan que acostumbrarse a ello.

Ciudad de México
Es incomprensible cómo es que seguimos viendo sus pésimas actuaciones, sólo comparables a su falta de talento musical, a pesar de que una y otra vez debería bastarle con leer los comentarios negativos, tanto en las noticias como en las redes sociales, y retirarse de una buena vez de los escenarios. Pero no lo hará pues lo único que derrocha cada que aparece en público es estupidez.
Es claro que hablamos de… ¿Miley Cyrus, a quien no le fue nada bien en su reciente participación en un episodio de la serie televisiva "Black Mirror"? ¿Selena Gomez, quien es parte del elenco de la recién estrenada (en Estados Unidos) "The Dead Don't Die" y atraviesa por la misma situación? En realidad, ni de una ni de otra, y el párrafo entero con que abrimos este texto lo único que intenta es ejemplificar, por una parte, a qué nos referimos con el vapuleo de celebridades en línea, y por otra, cómo nuestra actitud hacia él depende en buena medida de si la celebridad es alguien de quien tenemos una opinión negativa o no.
Palizas cibernéticas
Que sea ya costumbre que las celebridades sean objeto de comentarios ofensivos en línea no significa que tengan que acostumbrarse a ello, sin importar que más de uno de los ahora llamados haters, antítesis de los amorosos fans, considere que es parte de lo que tienen que soportar por ser famosas.
El vapuleo de celebridades (celebrity bashing en inglés) es una forma de agresión en línea, perpetrada por periodistas o por el público, que consiste en hacer comentarios despectivos e hirientes que no se restringen a la labor profesional de famosas como Miley y Selena, sino que abarcan su apariencia personal, su conducta y su vida privada (lo que sea que quede de ella).
Efecto de ponzoña mediática
Siendo usuarios usuales de Internet, los adolescentes están habituados a la presencia frecuente del vapuleo de celebridades, y esta exposición continua incrementa la aceptación de este tipo de agresión. Una consecuencia es que los adolescentes tienden a justificar más fácilmente este ciberbullying cuando se trata de personas famosas que cuando está dirigido a personas como ellos.
Como investigaciones previas muestran que las adolescentes están más expuestas al fenómeno de vapuleo de celebridades y como es más común en ellas la práctica del ciberbullying, un grupo de investigadores encabezado por Gaëlle Ouvrein diseñó un experimento para determinar: 1) si difiere el nivel de aceptación en función de si el vapuleo es mediático o público; y 2) de qué manera influye que la víctima sea una celebridad de la que tenemos opinión positiva o negativa.
Qué opinas de Myley/Selena
En el estudio participaron 399 mujeres con una edad promedio de 14 años y en él Ouvrein y sus colegas simularon dos casos de vapuleo mediático, uno contra Selena Gomez, de la que la mayoría de las adolescentes tiene una opinión favorable, y otro contra Miley Cyrus, hacia quien la opinión es desfavorable. Los investigadores escribieron una misma nota periodística ficticia sobre Miley Cyrus, o Selena Gomez, con golpes tan bajos como que "nadie niega que Miley/Selena es hermosa, pero hay dudas sobre sus capacidades mentales", o que "al ver su foto nos preguntamos: ¿en verdad es tan estúpida?".
Y para simular dos casos de vapuleo público protagonizados por estas mismas actrices y cantantes, los científicos escribieron dos tuits ficticios que decían: "¿Alguien más piensa que Miley/Selena es una perra estúpida, o sólo soy yo?".
La mitad de las participantes fueron asignadas al azar para que leyeran el caso con Miley y la otra mitad el correspondiente a Selena, tras lo cual se evaluó la actitud de las adolescentes. La mayoría de las adolescentes (alrededor de tres cuartos de ellas) reprobaron ambos tipos de vapuleo; sin embargo, tuvieron una actitud menos negativa hacia el vapuleo mediático comparado con el vapuleo público.
Además de lo anterior, las adolescentes mostraron actitudes menos negativas hacia ambos tipos de vapuleo cuando estaba dirigido a Miley Cyrus, que, como ya hemos dicho, de inicio les disgustaba.
Que insultar a Miley fuera justificado de manera más fácil por las adolescentes es explicado con base en lo que en sociología se llama teoría de la disposición afectiva de Zillmann y Cantor, que puede enunciarse como: las personas buenas merecen que le pasen cosas buenas; y las malas, malas. Este efecto puede potenciarse en situaciones en las que una persona desarrolla relaciones parasociales positivas o negativas con una celebridad.
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