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Jim Carrey tuvo que llevar entrenamiento de la CIA para hacer al Grinch: “Se parecía a ser torturado”

Jim Carrey contó cómo debió someterse a un entrenamiento de resistencia tipo CIA para tolerar el maquillaje y prostéticos exigentes durante la filmación de El Grinch, describiendo la experiencia como similar a ser torturado.

Jim Carrey tuvo que llevar entrenamiento de la CIA para hacer al Grinch: “Se parecía a ser torturado”

Jim Carrey, uno de los actores más reconocidos de Hollywood, ha revelado detalles del intenso entrenamiento y preparación que debió enfrentar para interpretar al personaje de El Grinch en la película How the Grinch Stole Christmas dirigida por Ron Howard. Más allá de aprender líneas de guion o practicar su interpretación, la preparación de Carrey incluyó técnicas desarrolladas para soportar situaciones extremas, comparables a las que utilizan agentes de inteligencia para resistir torturas, según contó el actor en entrevistas recientes.

Carrey describió la experiencia como uno de los desafíos más inusuales de su carrera, en gran medida debido al proceso de maquillaje y el uso de prótesis que requería su personaje, el gruñón ser verde creado por Dr. Seuss.

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La intensidad del maquillaje y las prótesis

El interés de los fans y de la prensa ha sido constante desde que la película se estrenó en el año 2000, pero muchos desconocían hasta ahora lo complejo que fue el proceso de caracterización de Carrey como El Grinch. La transformación no sólo implicaba aplicar capas de pintura verde en la piel del actor, sino también utilizar prostéticos pesados y un traje que cubría todo su cuerpo, lo que causaba una sensación de claustrofobia y dolor físico tras horas de rodaje.

El Grinch (2000) / Archivos GH

Jim Carrey ha dicho que el maquillaje lo hacía sentir como si estuviera siendo enterrado vivo cada día, en referencia a las largas sesiones de aplicación que duraban varias horas antes de comenzar a filmar. En sus propias palabras, el proceso provocó una incomodidad que fue difícil de soportar sin entrenamiento especializado.

Detalles del maquillaje: prótesis, ojos verdes y nariz adaptada

Además del entrenamiento físico y psicológico que Jim Carrey debió seguir para soportar la caracterización de El Grinch, el proceso de maquillaje y diseño del personaje fue extremadamente exigente y requirió modificaciones especiales al maquillaje tradicional para lograr la apariencia icónica del personaje.

Carrey insistió en que su transformación fuera lo más fiel posible al personaje original de Dr. Seuss, lo que significó renunciar a la opción de usar efectos digitales para algunos elementos faciales y optar por prótesis y maquillaje práctico. Inicialmente, los estudios sugirieron simplemente pintar su piel de verde, pero el maquillador Rick Baker y el equipo creativo impulsaron un diseño más complejo que incluía prótesis especiales.

Una de las principales modificaciones fue la reubicación de la nariz de Carrey: para que la cara del actor se pareciera a la del Grinch, los maquilladores subieron la punta de su nariz al puente nasal del personaje, lo que provocó que Carrey no pudiera respirar por la nariz durante las filmaciones, obligándolo a respirar por la boca durante todo el rodaje.

En cuanto a los ojos, Carrey también tuvo un papel activo en la decisión: rechazó el uso de efectos digitales para cambiar el color de sus ojos y solicitó lentillas de contacto de gran tamaño que cubrieran todo el globo ocular, lo que le dio al Grinch su característica mirada verde intensa. Aunque esto fue un detalle estético importante para él, las lentes eran incómodas y a menudo dolorosas —el productor Brian Grazer las describió como “como Frisbees en sus ojos”—, y Carrey admitió que fue su propia elección, a pesar del malestar general.

El resto del traje también sumó dificultad al maquillaje: el atuendo estaba cubierto de pelo de yak que causaba irritación constante, y las prótesis incluían uñas postizas y modificaciones en los dedos para asemejar a los del personaje, haciéndole difícil incluso rascarse o moverse con normalidad entre tomas.

Estos elementos combinados —nariz no funcional, lentes de contacto extremos, prótesis adicionales y el traje completo— contribuyeron a las largas jornadas de hasta ocho horas en la silla de maquillaje cada día y al deseo de Carrey de renunciar al proyecto tras la primera sesión, debido al padecimiento físico y psicológico que le provocó esta intensa caracterización.

Este nivel de detalle en la caracterización fue parte importante para conseguir la imagen del Grinch que se vio en pantalla, pero también ilustró lo desafiante que puede ser para los actores trabajar con maquillaje práctico y prótesis complejas cuando buscan una transformación lo más auténtica posible.

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Entrenamiento inusual con técnicas de resistencia

Debido a lo extenuante del maquillaje y el traje, la producción recurrió a una solución poco convencional: la ayuda de un especialista en entrenamiento de resistencia —Richard Marcinko, con experiencia en enseñar a agentes de la CIA y fuerzas especiales cómo sobrellevar situaciones de tortura o aislamiento.

Carrey explicó que este entrenamiento incluyó técnicas psicológicas y físicas para “mantenerse enfocado” y manejar la ansiedad y la presión que le generaba el maquillaje. Según relató el actor, el coach le enseñó métodos que normalmente se enseñan a operativos para resistir experiencias extremas, como mantener la calma en situaciones hostiles o distraerse de la incomodidad física.

Grazer recordó la tensión de esos días y reveló:

“Teníamos que mantener el maquillaje y teníamos que mantener a Jim, pero teníamos que encontrar una forma de hacer posible que soportase algo que se parecía a ser torturado”.

Entre las recomendaciones dadas por el especialista estaban estrategias como cambiar patrones de pensamiento, distraerse con la televisión o con música, o realizar acciones físicas que ayudaran a sobrellevar la tensión -como golpearse la pierna con todas sus fuerzas-, lo que Carrey llegó a poner en práctica durante las horas de maquillaje y rodaje.

Momentos críticos en el set

La intensidad de la preparación y grabación fue tal que, según ha contado Jim Carrey en entrevistas, llegó a plantearse renunciar al proyecto después de la primera jornada de maquillaje, que duró alrededor de ocho horas. El actor incluso regresó a su tráiler expresando que no creía posible continuar con el rodaje bajo esas condiciones.

Jim Carrey y Taylor Momsen en "El Grinch" (2000) | Cuenta de X: @DaffyWoody

Esta reacción inicial llevó a que el equipo creativo —incluido el productor Brian Grazer— buscase soluciones para que Carrey pudiera seguir en el proyecto sin abandonar. La idea de recurrir a un experto en entrenamiento de resistencia fue parte de esa estrategia, que finalmente permitió al actor continuar con su trabajo durante los casi tres meses de rodaje que duró el filme.

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Música, distracción y supervivencia emocional

Más allá del entrenamiento físico y psicológico, Jim Carrey también recurrió a métodos personales para mantenerse concentrado y positivo frente al desafío del maquillaje pesado. Una de las herramientas que mencionó fue escuchar música de los Bee Gees durante las sesiones de caracterización, ya que encontraba que esa música le ayudaba a calmarse y a soportar mejor la incomodidad sentida.

Este detalle, aunque anecdótico, refleja la necesidad de combinar estrategias tradicionales de resistencia con técnicas personales de manejo del estrés y el cansancio, un equilibrio que para Carrey resultó clave para poder completar la interpretación del personaje icónico.

El legado de una interpretación exigente

La película How the Grinch Stole Christmas se estrenó en noviembre del año 2000 y se convirtió en uno de los éxitos navideños más recordados, recaudando más de 345 millones de dólares a nivel mundial y recibiendo elogios por el maquillaje y la caracterización, entre otros aspectos técnicos.

La revelación de Jim Carrey sobre la intensidad de la preparación y el entrenamiento que requirió el papel ha revitalizado el interés en cómo se hacen este tipo de transformaciones cinematográficas. La experiencia de Carrey muestra que, incluso en producciones familiares o de entretenimiento popular, el trabajo detrás de cámaras puede implicar retos físicos y mentales considerables para los actores.

Contexto de la historia y récords del filme

How the Grinch Stole Christmas está basada en el clásico libro infantil de Dr. Seuss y dirigida por Ron Howard. La actuación de Jim Carrey es considerada una de las más emblemáticas de su carrera, y el maquillaje del personaje fue reconocido con varios premios y menciones, incluidos los premios Oscar por Mejor Maquillaje y Peinado.

El papel de El Grinch también ha sido objeto de curiosidad por parte de otros actores, dado lo exigente del proceso de creación del personaje. Incluso se ha contado en entrevistas que otros intérpretes que consideraron el papel se encontraron con dificultades en pruebas de maquillaje y prótesis.

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