“Santa Claus” (1959): el clásico navideño mexicano que conquistó generaciones y sigue vigente

La temporada decembrina trae consigo un inevitable regreso a los clásicos del cine mexicano, y uno de los títulos más recordados es “Santa Claus” (1959), la película de fantasía dirigida por René Cardona que, más de seis décadas después de su estreno, continúa formando parte del imaginario colectivo navideño. Coproducida entre México y Estados Unidos, esta cinta destaca por su propuesta inusual, su estética llamativa y un enfoque cultural que la separa de cualquier otra producción inspirada en la figura de Santa.

A lo largo de los años, “Santa Claus” ha sido descrita como una joya del cine navideño mexicano, una curiosidad audiovisual y un filme que marcó la infancia de millones de personas, especialmente por sus constantes retransmisiones en televisión durante las décadas de los 60, 70, 80 y 90.

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Una historia fantástica con sello mexicano

La trama sigue a Santa Claus en su misión anual de entregar regalos a los niños que han sido buenos. Sin embargo, esta vez enfrenta un obstáculo inusual: el demonio Precio (Pitch), enviado por el mismísimo Chamuco para arruinar la Nochebuena y tentar a los pequeños a portarse mal.

Lejos del modelo tradicional estadounidense, esta versión de Santa Claus combina diversas influencias culturales y creativas. Entre los elementos más llamativos se encuentran:

• Santa no habita el Polo Norte, sino un palacio celestial conocido como Juguetilandia, ubicado en el espacio exterior.
• Su equipo está conformado por niños de todo el mundo, en lugar de duendes o elfos.
• Sus aliados principales son personajes inesperados como Merlín, un mago británico, y Llavón, un herrero que recuerda a figuras de la mitología grecorromana.
• El filme mezcla tradiciones anglosajonas con simbolismos católicos y elementos mexicanos, como su interacción con un nacimiento navideño.

La película destaca por su narrativa ágil, un estilo visual que combina fantasía con toques de humor y escenas que hoy resultan entrañables gracias a sus efectos especiales rudimentarios pero creativos. Esta mezcla le ha valido el título de clásico kitsch, pero también de pieza esencial del cine navideño mexicano.

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Un elenco que dejó huella

El reparto de “Santa Claus” reunió a figuras que dieron vida a una historia cargada de imaginación:

• José Elías Moreno interpretó a un Santa Claus carismático, amable y muy diferente al estándar hollywoodense.
• José Luis Aguirre “Trotsky” encarnó al demonio Precio, personaje que se volvió icónico por su estilo exagerado y gestos teatrales.
• Lupita Quezadas dio vida a Lupita, una niña pobre cuyo mayor anhelo es recibir una muñeca. Su frase “Yo no quiero ser mala, yo quiero ser buena” continúa siendo recordada por generaciones.

La actuación de Quezadas, hermana del actor Cesáreo Quezadas “Pulgarcito”, se convirtió en uno de los elementos más tiernos y emotivos de la película, aunque su carrera cinematográfica fue breve.

Un clásico que marcó a generaciones

Aunque “Santa Claus” debutó con éxito en cines, su verdadero impacto cultural llegó con el paso de los años. A partir de los años 60, la película comenzó a transmitirse de forma repetida en televisión abierta y, posteriormente, en canales de cable como De Película. Para muchos hogares mexicanos, verla el 24 o 25 de diciembre se volvió un ritual invariable.

Esto permitió que la película se mantuviera viva entre nuevas generaciones, convirtiéndose en uno de los recuerdos televisivos más recurrentes de la época navideña.

Entre los logros más destacados del filme se encuentran:

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• Fue un éxito de taquilla durante varias temporadas navideñas.
• Ganó el Premio Golden Gate a Mejor Película Internacional de Familia en el Festival de Cine de San Francisco en 1959.
• Sus retransmisiones también fueron bien recibidas en Estados Unidos, donde adquirió un estatus de película de culto por su estilo surrealista.

Un filme que perdura

Aunque algunos críticos la han calificado como extraña o peculiar, “Santa Claus” ha mantenido una base sólida de admiradores. Su mezcla de fantasía, humor involuntario, estética teatral y creatividad visual la convierten en una obra única dentro del catálogo navideño mundial. Para muchos espectadores, representa una parte entrañable de su infancia y un capítulo inolvidable de la industria cinematográfica de México.

A más de seis décadas de su estreno, “Santa Claus” continúa siendo un referente del cine festivo y una muestra del estilo imaginativo que caracterizó a una época del cine nacional. Su legado se mantiene intacto, renovándose cada diciembre con nuevas audiencias que la descubren por primera vez o la revisitan como parte de sus tradiciones familiares.

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