¿Quién era Lee Soon‑jae? El “padre de la televisión” de Corea

Lee Soon-jae nació el 16 de noviembre de 1934 en Hoeryong —hoy en Corea del Norte— y se trasladó con su familia a Seúl a los 4 años. Estudió filosofía en la Universidad Nacional de Seúl, donde descubrió su pasión por el teatro.

Su debut artístico ocurrió en 1956 con la obra teatral Beyond the Horizon. En 1960 se integró a la primera generación de talentos reclutados por KBS, pionera de la televisión surcoreana, dando inicio a una carrera tan extensa como diversa.

Durante más de siete décadas —hasta 2025— Lee alternó teatro, televisión y cine, convirtiéndose en uno de los actores más prolíficos y respetados de Corea del Sur.

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Roles emblemáticos que marcaron generaciones

De padre estricto a abuelo entrañable

En 1991 alcanzó gran popularidad con el drama familiar What Is Love? —en el que interpretó al patriarca “Daebal’s Father”—, cuya audiencia alcanzó picos del 59 %–65 %, consolidando su estatus como figura representativa de la televisión.

Décadas después, en la serie de comedia High Kick! —y su secuela—, se reinventó: dejó atrás la imagen solemne para encarnar a un abuelo cómico, cálido y entrañable, lo que le ganó nuevo cariño especialmente entre generaciones jóvenes.

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Versatilidad entre géneros, épocas y formatos

Lee participó en múltiples dramas históricos y de época: Hur Jun (1999), Yi San, entre otros, destacándose por su presencia autoritaria y creíble.

Su incursión en el teatro escénico fue constante hasta edades avanzadas: protagonizó montajes emblemáticos —como King Lear — y en 2023 dirigió una versión de The Seagull de Chéjov, demostrando su compromiso con las artes escénicas.

Incluso en 2024, a sus 90 años, obtuvo el máximo reconocimiento del año en televisión: el gran premio (Daesang) de los KBS Drama Awards por su papel en la serie Dog Knows Everything, hecho sin precedentes para alguien de su edad.

Más allá de la actuación: maestro, legislador y referente cultural

Lee Soon-jae no solo actuó. También incursionó en la política: fue diputado en la Asamblea Nacional de Corea entre 1992 y 1996.

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Como educador, impartió clases de actuación en instituciones como Gachon University y la Sejong University, formando a nuevas generaciones de actores.

Su influencia fue reconocida oficialmente: a lo largo de su carrera recibió múltiples honores culturales, incluida la condecoración de grado “Eungwan” por su contribución a las artes. Tras su muerte, se anunció que sería distinguido con la orden más alta: el “Geumgwan Order of Cultural Merit”.

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Su fallecimiento: el fin de una era

El 25 de noviembre de 2025, Lee Soon-jae murió a los 91 años, conforme a lo reportado por su familia y su agencia. Aunque en 2024 había cancelado una obra teatral por problemas de salud, hasta entonces se mantenía activo en televisión y teatro.

El presidente de Corea rindió homenaje público, describiéndolo como un pilar de la cultura nacional, capaz de entregar “risas, emoción, consuelo y coraje” a la sociedad.

Tras su muerte, estudiantes, colegas, actores jóvenes, figuras públicas y fans de todas las edades le dedicaron mensajes de respeto y gratitud.

Legado: por qué Lee Soon-jae deja una huella imborrable

• Más de 70 años activo: desde su debut en 1956 hasta 2025, Lee representó una constancia dificilísima de igualar.
• Versatilidad generacional: interpretó papeles de autoridad, de comedia, de drama, de teatro clásico, conectando con varias generaciones de espectadores.
• Formador de talento: su labor como profesor influyó en numerosos actores que hoy son referentes del entretenimiento coreano.
• Puente entre eras: vivió y contribuyó desde la televisión en blanco y negro hasta la era moderna del K-drama global.
• Reconocimiento tardío pero sólido: ganar un Daesang a los 90 años y ser condecorado con las más altas distinciones culturales demuestra el valor de su carrera.

La muerte de Lee Soon-jae no solo marca la pérdida de un actor, sino el cierre de un capítulo fundamental en la historia del entretenimiento en Corea del Sur. Su legado —en obras, pantallas, aulas y memoria colectiva— perdurará como ejemplo de dedicación, talento y versatilidad inigualables.

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