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La Granja VIP: La Bea habla sobre la enfermedad incurable que padece desde los 12 años

La comediante mexicana habló abiertamente sobre su experiencia con el vitiligo, una enfermedad que le generó inseguridades desde la adolescencia.

CIUDAD DE MÉXICO.- La comediante mexicana conocida como La Bea se ha consolidado como una de las figuras más auténticas dentro del reality show La Granja VIP. En una reciente emisión del programa de TV Azteca, la participante abrió su corazón al hablar sobre su lucha contra el vitiligo, enfermedad que padece desde la infancia y que, según sus palabras, le causó profundos sentimientos de inseguridad durante varios años.

La también integrante de producciones como La culpa es de la Malinche y LOL México: Last One Laughing abordó el tema durante una conversación con Lolita Cortés, relatando cómo enfrentó el diagnóstico y las consecuencias emocionales que le provocó desde su adolescencia.

Una lucha interna convertida en fortaleza

La Bea recordó que el vitiligo comenzó a manifestarse cuando tenía alrededor de 12 años, una etapa en la que la percepción social resulta especialmente sensible.

“Cuando me empezó a salir el vitiligo tenía como 12 años, entonces me daba mucha vergüenza que la gente lo viera”, compartió la comediante.

La artista explicó que durante años procuró ocultar las manchas de su piel por miedo a las burlas o los apodos. Sin embargo, con el tiempo, logró transformar esa experiencia en una fuente de autoaceptación y empoderamiento, incorporando el tema incluso dentro de sus rutinas de comedia.

¿Qué es el vitiligo y a quién afecta?

De acuerdo con lo retomado por la BBC News, el vitiligo es una enfermedad de la piel caracterizada por la pérdida de pigmento, lo que causa la aparición de manchas blancas o despigmentadas en distintas partes del cuerpo. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), el padecimiento afecta entre el 0.5% y el 1% de la población mundial, aunque algunas estimaciones elevan la cifra al 1.5%.

Se trata de un trastorno autoinmune, no contagioso, que puede presentarse en cualquier persona sin importar su edad, género o color de piel. Aunque suele manifestarse alrededor de los 20 años, entre el 20% y 35% de los casos ocurren en la infancia.

Existen dos tipos principales:

  • Segmentario o unilateral, que aparece en una sola zona del cuerpo.
  • No segmentario o generalizado, el más común, que se manifiesta en ambos lados del cuerpo.

Consecuencias psicológicas y sociales

Aunque el vitiligo no causa síntomas físicos dolorosos, su impacto psicológico y emocional puede ser considerable. Las manchas, especialmente en zonas visibles como el rostro o las manos, pueden generar sentimientos de ansiedad o baja autoestima.

De acuerdo con la Asociación Británica de Dermatólogos, la enfermedad puede producir angustia sin importar el color de piel del paciente, pero en comunidades donde el tono de piel tiene connotaciones culturales, el efecto puede ser más marcado.

La evolución del vitiligo varía en cada persona. En algunos casos, las manchas permanecen estables durante años; en otros, se expanden con rapidez. En niños, ocasionalmente se logra una repigmentación natural, aunque la enfermedad rara vez desaparece por completo sin tratamiento.

Tratamientos disponibles y avances médicos

El tratamiento del vitiligo depende del tipo y la extensión de las manchas. Entre las opciones médicas más comunes se encuentran:

  • Corticosteroides tópicos, aplicados directamente sobre la piel.
  • Fototerapia con luz ultravioleta, que estimula la repigmentación.

Recientemente, Estados Unidos y la Unión Europea aprobaron el uso del medicamento Opzelura, cuyo principio activo es el ruxolitinib. Este ungüento ha mostrado resultados prometedores: la mitad de los pacientes tratados dos veces al día registraron una mejoría notable en tres meses. Sin embargo, su alto costo —aproximadamente 2,000 dólares por tubo— y posibles efectos secundarios limitan su accesibilidad.

En el ámbito de la investigación, un estudio publicado en el Journal of Dermatology analizó el potencial de la piperina, componente de la pimienta negra, para estimular la producción de melanocitos. Aunque los resultados son alentadores, aún no se ha comprobado su seguridad en humanos.

La importancia de la concientización

La Fundación Global de Vitiligo, con sede en Estados Unidos, ha señalado que la investigación sobre esta enfermedad continúa siendo limitada en comparación con otros trastornos dermatológicos, pese a su impacto global.

Casos como el de La Bea contribuyen a visibilizar la realidad de quienes viven con esta condición, promoviendo la aceptación corporal y la educación social sobre un padecimiento que, aunque no representa un riesgo físico grave, puede dejar una profunda huella emocional.

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