Muere Sam Rivers, bajista de la icónica banda Limp Bizkit, a los 48 años

LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Sam Rivers, bajista de la icónica banda de rock-rap Limp Bizkit, falleció este sábado a los 48 años, según un comunicado oficial publicado en la cuenta de Instagram del grupo. La banda describió a Rivers como su “latido” y destacó que su talento iba mucho más allá del bajo.

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Sam Rivers, “el pulso de cada canción”

En su mensaje, Limp Bizkit señaló:

Sam no solo era un bajista, era pura magia. El pulso debajo de cada canción, la calma en el caos, el alma en el sonido”

La banda también recordó que Sam era “una persona única en la vida y una leyenda entre leyendas”.

El comunicado finalizó con un emotivo mensaje:

Descansa en paz, hermano. Tu música nunca termina”

Hasta el momento, no se ha revelado la causa de su muerte.

Orígenes de una leyenda del nu metal

Sam Rivers creció tocando música junto al baterista John Otto, también integrante de Limp Bizkit. Más tarde, conoció a Fred Durst mientras trabajaba en un Chick-fil-A a principios de los años 90. Juntos formaron la versión original de la banda y, en 1996, se unieron el guitarrista Wes Borland y DJ Lethal para completar el grupo.

Desde entonces, Limp Bizkit se convirtió en un referente mundial del nu metal y del rap-rock, llevando su música a escenarios de todo el mundo. Durante tres décadas, lanzaron seis álbumes de estudio, incluyendo los aclamados por la crítica Significant Other (1999) y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water (2000).

Las canciones que marcaron una generación

Entre los éxitos más reconocidos de la banda se encuentran:

• “Rollin’ (Air Raid Vehicle)”
• “Take A Look Around”
• “My Way”
• “Behind Blue Eyes”
• “Nookie”
• “Hot Dog”
• “Break Stuff”

Particularmente, “Break Stuff” ha sido reproducida casi mil millones de veces en Spotify, consolidando el impacto de Rivers y la banda en la música contemporánea.

Problemas de salud y regreso a la banda

En 2015, Rivers dejó temporalmente la banda tras desarrollar una enfermedad hepática relacionada con el consumo excesivo de alcohol. Tras recibir un trasplante de hígado, regresó a Limp Bizkit en 2018, retomando su lugar como el corazón de la banda.

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Legado que perdura

Sam Rivers no solo será recordado por su virtuosismo musical, sino también por su carisma y su influencia en generaciones de músicos y fans del rock y el rap-rock.

Su fallecimiento marca el fin de un capítulo importante para Limp Bizkit, pero su música y su espíritu continúan vivos.