‘Expedientes Warren’: estas son las historias reales que inspiraron la saga de ‘El conjuro’
La saga El conjuro adapta casos reales investigados por los Warren, incluyendo casas embrujadas, posesiones y la muñeca Annabelle.
RHODE ISLAND, NUEVA YORK, LONDRES, PENNSYLVANIA.- Desde su estreno en 2013, El conjuro ha capturado la atención del público con historias de terror basadas en supuestos casos reales investigados por Ed y Lorraine Warren, una pareja de investigadores paranormales que recorrió Estados Unidos y Europa atendiendo denuncias de sucesos inexplicables.
La franquicia mezcla relatos originales con elementos dramáticos que potencian el miedo en pantalla, aunque la veracidad de estos episodios sigue generando controversia.
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La familia Perron: la casa embrujada que inspiró la primera película
En 1971, Roger y Carolyn Perron se mudaron con sus cinco hijas a una antigua vivienda en Rhode Island. Según Carolyn, poco después comenzaron a notar fenómenos extraños:
Vi la cabeza de una anciana ladeada sobre un vestido gris a los pies de mi cama y escuché la frase: ‘Sal de aquí. Te echaré con muerte y pesadumbre’”
Los Warren investigaron la casa varias veces y asociaron los incidentes con la maldición de Bathsheba, una supuesta bruja local. Aunque El conjuro toma elementos de este caso, incluye cambios ficticios para aumentar el dramatismo.
Annabelle: la muñeca que aterró a todos
Contrario a la imagen cinematográfica de porcelana, la muñeca real era una Raggedy Ann. Según los Warren, la muñeca estuvo involucrada en sucesos extraños desde 1970 y luego fue almacenada en el museo que la pareja dirigía.
Los relatos incluyen accidentes vinculados a la muñeca, como un choque automovilístico que involucró a un sacerdote y el apuñalamiento de un agente de policía. Estos hechos inspiraron la trilogía dedicada a Annabelle dentro de la franquicia.
El horror de Amityville: un crimen real convertido en terror
En 1974, Ronald DeFeo Jr. asesinó a seis miembros de su familia en Amityville, Nueva York. Un año después, George y Kathy Lutz se mudaron con sus hijos y reportaron fenómenos que los llevaron a abandonar la casa en menos de un mes.
Los Warren calificaron la residencia como “uno de los episodios más perturbadores de su carrera profesional”, referencia que aparece al inicio de El conjuro 2.
Enfield y la duda sobre los Warren
En 1977, la familia Hodgson en Enfield, Londres, aseguró enfrentar fenómenos sobrenaturales que incluían objetos que se movían solos. La policía local confirmó algunos desplazamientos anómalos, como el movimiento de una silla.
Sin embargo, se reportó que los Warren solo hicieron una breve visita, y que algunos de los fenómenos podrían haber sido fingidos por los hijos de la familia, un detalle que la película adaptó como parte de la trama.
Casos secundarios: Maurice Theriault y Arne Johnson
Maurice Theriault, conocido como “Frenchy”, fue un ciudadano canadiense que según los Warren experimentó posesión demoníaca, incluyendo comprensión de latín sin haberlo estudiado y heridas inexplicables. Ed Warren comentó:
Maurice tenía una vida tormentosa y ni siquiera el exorcismo logró ayudarlo realmente”
El caso de Arne Cheyenne Johnson inspiró El conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo. Johnson fue acusado de homicidio y alegó posesión demoníaca como defensa.
Si un hombre está poseído, no es responsable”
— declaró su abogado
Pero el tribunal desestimó la defensa y lo condenó a 10 a 20 años de prisión, cumpliendo cinco. Posteriormente, la familia Glatzel demandó a los Warren por supuestas afirmaciones falsas sobre el caso.
El caso de los Smurl: terror en Pennsylvania
El conjuro: Últimos ritos se basa en los sucesos que vivió la familia Smurl en Pennsylvania durante los años 80. Jack Smurl relató a Lorraine Warren:
Hasta hace un año, creía que esto solo ocurría en películas. No era creyente”
Los fenómenos incluyeron voces aterradoras, olores extraños y agresiones físicas. Tras dos intentos fallidos de exorcismo, un pastor local realizó oraciones que, según testigos, disminuyeron los sucesos, aunque Janet Smurl afirmó seguir percibiendo golpes y sombras ocasionales. La familia vendió la casa en 1987, y el nuevo propietario no reportó anomalías.
Tras la muerte de Jack Smurl en 2017, su hija Carin continuó trabajando en investigación paranormal:
Tuvimos una experiencia terrible sin saber a quién acudir. Él se alegraba de que hoy yo pueda dar voz a quienes aún buscan ayuda”
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Franquicia entre realidad y ficción
La saga El conjuro sigue transformando testimonios y documentos originales en historias cinematográficas, mezclando hechos reportados con elementos ficticios para crear suspenso y terror.
Cada nueva entrega busca explorar nuevos casos del archivo de los Warren, manteniendo vivo el debate sobre dónde termina la realidad y comienza la ficción.
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