Hijo de Ramón Valdés revela qué hizo el actor con su sueldo de “El Chavo del 8”

El legado de Roberto Gómez Bolaños sigue vigente en la cultura popular mexicana, más ahora con el estreno de la serie “Chespirito: sin querer queriendo” con la que han resurgido historias y anécdotas de los entrañables personajes que formaron parte de sus icónicas producciones. Uno de ellos es Don Ramón, interpretado por el actor Ramón Valdés, cuyo hijo, Esteban Valdés, reveló detalles sobre cómo su padre manejaba el dinero que ganaba por su participación en “El Chavo del 8”.

En una entrevista con la periodista Matilde Obregón, Esteban compartió recuerdos sobre la vida familiar durante la época en la que Ramón Valdés participaba en los programas de Roberto Gómez Bolaños. Afirmó que el ingreso por interpretar a Don Ramón, papá de la Chilindrina les permitió mejorar notablemente su calidad de vida.

Gracias a ese salario, la familia Valdés pasó de vivir en condiciones modestas a habitar viviendas más amplias y confortables. También pudieron adquirir muebles de mejor calidad, alfombras, cortinas y otros elementos que antes no estaban a su alcance. Según Esteban, esa estabilidad fue posible únicamente por el trabajo constante de su padre en la televisión.

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Eran felices con y sin dinero

Aunque Esteban confesó no saber la cifra exacta del sueldo de su padre, sí destacó que los ingresos eran considerables, especialmente cuando realizaba giras por Sudamérica. Sin embargo, subrayó que su padre jamás midió la felicidad por el dinero, ya que disfrutaba tanto de los momentos de abundancia como de los más sencillos.

Respecto al manejo del dinero durante las giras, Esteban recordó con humor que su padre regresaba con billetes de dólares y los entregaba a su esposa, Araceli, con una frase peculiar: “Ahí están los tamales”. Esta expresión era una forma sencilla y cotidiana de referirse al dinero que traía de sus presentaciones en el extranjero.

El hijo del actor también reiteró que la felicidad de la familia no dependía de su situación económica. “Sin tener qué comer éramos felices, después había caviar y champagne y éramos felices también”, declaró, haciendo énfasis en el carácter sencillo y optimista de Don Ramón.

Además, Esteban aseguró que su padre siempre fue una persona humilde, incluso cuando comenzó a tener acceso a ciertos lujos. Recordó que, al recibir su primer automóvil de alta gama, Ramón Valdés le pidió que nunca se le “subiera el ego” y que ofreciera aventones a quienes se lo solicitaran.