Angelines Fernández: de guerrillera exiliada a la Bruja del 71 en “El Chavo del 8”

Angelines Fernández, conocida en América Latina como la entrañable Doña Clotilde o “La Bruja del 71” en El Chavo del 8, tuvo una vida marcada por la lucha, la valentía y el compromiso político antes de alcanzar la fama televisiva. Nacida en Gijón, España, en 1922, fue una mujer con firmes convicciones que desde joven se unió a la resistencia antifranquista durante la Guerra Civil Española, siendo parte de grupos anarquistas y republicanos que se oponían a la dictadura de Francisco Franco.

Durante diez años, Angelines participó activamente en movimientos de oposición al régimen, lo que la llevó a ser perseguida por las autoridades franquistas. Ante el peligro, decidió exiliarse, primero a Francia y posteriormente a México, en 1947. A pesar de las adversidades, nunca fue reconocida como refugiada y debió reconstruir su vida desde cero, enfrentando dificultades para encontrar empleo y establecerse en un país desconocido.

Gracias al apoyo del actor Ángel Garasa, Fernández consiguió su primer trabajo como actriz de radio. Su talento y belleza no pasaron desapercibidos, y en 1955 debutó en el cine mexicano con un papel en “Maternidad Imposible”. Poco a poco, se abrió paso en la Época de Oro del cine nacional, compartiendo pantalla con figuras como Pedro Infante y Mario Moreno “Cantinflas”. En esa etapa también formó una profunda amistad con el actor Ramón Valdés, quien la recomendó para participar en proyectos de televisión.

La Bruja del 71

Su vida dio un giro cuando Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, la integró al elenco de “El Chavo del 8” en 1973, donde interpretó a Doña Clotilde. Aunque en un inicio no tenía experiencia en comedia, Fernández se adaptó al formato y construyó un personaje entrañable que se convirtió en uno de los más icónicos de la serie. Su respeto y dedicación hacia Gómez Bolaños fueron constantes, y su profesionalismo hizo que se ganara la admiración del público y de sus compañeros.

Detrás del personaje de la “Bruja del 71”, había una mujer con una fuerte conciencia política. Durante su vida en México, Angelines mantuvo su activismo, participando en movimientos feministas y de izquierda que promovían la justicia social, la equidad de género y la protección de los derechos humanos. Su militancia fue una extensión natural de su pasado como luchadora contra el franquismo.

Además de su carrera artística, Fernández trabajó por preservar la memoria de la Guerra Civil Española y el exilio republicano, colaborando con otras figuras del exilio en actividades culturales y actos de resistencia. Estas acciones le permitieron mantenerse fiel a sus ideales y encontrar una comunidad que compartía su historia y convicciones.

Angelines Fernández falleció en 1994, pero su legado permanece vigente. Recordada por su talento actoral, su lucha política y su humanidad, dejó una huella imborrable tanto en la cultura popular como en la historia de los movimientos sociales del siglo XX.