El actor Russell Crowe revela que Michael Jackson lo llamaba para hacerle bromas anónimas

El actor neozelandés Russell Crowe sorprendió al público con una anécdota insólita sobre Michael Jackson, el legendario Rey del Pop. Según contó el actor en una entrevista para The Graham Norton Show en 2016, Jackson solía llamarlo por teléfono a su habitación de hotel para hacerle bromas anónimas, sin haberlo conocido en persona.

Siempre empezaba como si fuera alguien de la gerencia del hotel que informaba de un problema. Si me irritaba, decía: ‘No te enfades, soy Michael’”

—  relató Crowe, visiblemente divertido al recordar la experiencia.

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La conexión inesperada

La curiosa historia salió a la luz cuando el protagonista de Gladiador compartió detalles sobre estas llamadas, que ocurrían en diferentes hoteles alrededor del mundo. Al parecer, Jackson lograba identificar la ubicación de Crowe, llamaba a la recepción, pedía su número de habitación y procedía con las bromas.

Crowe admitió que al principio no se atrevía a compartir la anécdota por temor a sonar delirante.

¡No quería sonar como un mitómano! ¿Cómo explicás que Michael Jackson me llamaba por teléfono para hacerme bromas anónimas...? ¿Qué hacés, decís: ‘No sabés, hoy Michael me hizo una broma telefónica’?”

—  confesó el actor entre risas.

Lo más sorprendente es que Crowe y Jackson jamás se conocieron en persona. Sin embargo, personas cercanas al cantante confirmaron más tarde al actor que esto era una práctica común de Michael, quien aparentemente disfrutaba de hacer este tipo de bromas a otras celebridades.

Un sentido del humor poco conocido

El Rey del Pop, famoso por su talento musical y sus espectaculares presentaciones, también tenía un lado travieso que pocos conocían. Estas llamadas telefónicas eran solo una muestra de su sentido del humor.

Crowe recordó que la primera vez que recibió una de estas llamadas pensó que se trataba de un error o una confusión. Sin embargo, al escuchar la voz del otro lado de la línea diciendo “Soy Michael”, se dio cuenta de que era el mismísimo Jackson quien se encontraba del otro lado del teléfono, disfrazando su voz para jugarle una broma.

La situación, aunque absurda, despertó la nostalgia en Crowe, quien admitió que él mismo hacía bromas telefónicas cuando era niño.

A los 11 o 12 años, me divertía fingir que era otra persona al otro lado de la línea”

—  comentó

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Entre bromas y leyendas

Aunque Michael Jackson y Russell Crowe nunca se conocieron en persona, estas llamadas crearon un vínculo inesperado entre dos figuras icónicas de la música y el cine. Para Crowe, las bromas no solo fueron una anécdota divertida, sino también un reflejo de la excentricidad y sentido del humor que caracterizaban a Jackson.

Crowe, quien consolidó su carrera con películas como Gladiador, Una mente maravillosa y Master and Commander, se mostró sorprendido de haber sido elegido por el Rey del Pop para estas travesuras telefónicas.

Era surrealista recibir esas llamadas, pero también era una muestra de que incluso los más grandes artistas tienen su lado juguetón”

—  señaló el actor.