Luna Bella y la vez que incursionó en el cristianismo

CIUDAD DE MÉXICO.- La influencer Verónica Meléndez, conocida como Luna Bella, ha generado controversia en redes sociales tras grabar un video íntimo en un vagón de la Línea 6 del Metro de la Ciudad de México. El suceso fue compartido en la plataforma X, donde usuarios difundieron imágenes del acto, realizado frente a decenas de pasajeros.

Luna Bella, originaria de Monterrey, Nuevo León, se ha destacado en el ámbito del entretenimiento para adultos y redes sociales, relatando aspectos de su vida marcados por la pobreza, el bullying, y la violencia. Su trayectoria pública también incluye un período en el que se acercó a la espiritualidad, alejándose de su anterior estilo de vida.

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La vez que se unió al cristianismo

En 2016, la influencer anunció su unión a la religión cristiana, buscando un cambio positivo tras enfrentar problemas de drogadicción. Durante una entrevista en el podcast del comediante Sergio Mejorado, Luna Bella detalló cómo sus adicciones la llevaron a un estado de desorientación y oscuridad.

En ese podcast, Meléndez mencionó que sus experiencias con las drogas la llevaron a tener alucinaciones oscuras, afectando negativamente su vida. Fue durante este período cuando conoció a su expareja en Acapulco, quien la introdujo al cristianismo como una vía de escape.

Sin embargo, Luna Bella decidió alejarse de la religión tras sentirse reprimida por las restricciones impuestas sobre su forma de vestir, hablar y las amistades que podía tener. A pesar de su distanciamiento de la iglesia, expresó que sigue siendo creyente, confiando en que su fe no requiere de una institución para ser válida.

“Estando en el cristianismo me sentí muy reprimida, al pasar de los días me empezaron a decir: no te vistas así, no puedes hablar así y no puedes tener amigos de la comunidad gay, ni que se dediquen a la prostitución”.

“Dios conoce lo que hay en mi corazón y no necesito estar en una iglesia para que él me escuche; soy creyente y no necesito estar en una iglesia para que me escuche”.