Cómo Beyoncé en la música country está rompiendo estereotipos

CALIFORNIA.-Beyoncé ha dado un paso audaz y exitoso en la música country con el lanzamiento de dos canciones, “16 Carriages” y “Texas Hold ‘Em”, en el Super Bowl Sunday.

Aunque no es la primera vez que explora este género, esta incursión se ha vuelto la más exitosa y controversial, llevándola a convertirse en la primera mujer negra en alcanzar el puesto número 1 en las listas de country. Sin embargo, algunas estaciones de música country inicialmente se negaron a reproducir su música argumentando que no encajaba en el género.

Música country y la gente blanca

La música country a menudo ha sido estereotipada como blanca, políticamente conservadora y rural, pero la realidad es más compleja. Beyoncé, al desafiar los límites del género, plantea preguntas sobre la autenticidad y la capacidad de los artistas pop para incursionar en el country.

La historia del country revela una influencia significativa de estilos y actuaciones musicales negras desde sus inicios. Beyoncé colabora con Rhiannon Giddens, una destacada intérprete de banjo y estudiosa afroamericana, lo que refuerza la autenticidad de sus incursiones country.

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La controversia sobre la “countrynidad” de Beyoncé refleja debates históricos sobre raza y autenticidad en el country, enfrentados por artistas como Charley Pride y Mickey Guyton.

Pride, a pesar de ser el primer afroamericano en ganar el premio Entertainer of the Year de la Country Music Association, optó por una aproximación “a color” para evitar tensiones raciales, mientras que Guyton aborda abiertamente los desafíos como mujer negra en la música country.

En la actualidad, Beyoncé se une a un creciente número de artistas negros que han logrado éxitos en la música country, desafiando las percepciones tradicionales del género.

Su influencia, respaldada por la poderosa base de fanáticos conocida como “the Beyhive”, puede contribuir a cambiar las percepciones sobre la música country y superar las barreras sociales construidas en torno a categorías como la raza.

Este movimiento podría marcar una revolución en la forma en que se percibe y se categoriza el arte.

Artículo original publicado en The Conversation