La retrospectiva de Kokoschka el ''pintor de almas'' en España
La exposición se podrá visitar desde mañana hasta el próximo 3 de septiembre.
Bilbao.- El pintor Oskar Kokoschka protagoniza la primera retrospectiva dedicada a España marcada por su activismo después de combatir en la primera guerra mundial y de ser perseguido por el nazismo en la segunda.
La exposición "Oskar Kokoschka: Un rebelde de Viena" fue organizada por el Museo Guggenheim Bilbao y el Musée d’Art Moderne de París y está conformada por 140 obras.
Desde cuadros, dibujos, litografías, carteles y postales, prestadas por distintas colecciones europeas.
La muestra ofrece una visión de su trayectoria que abarcó casi todo el siglo XX y que además, es un repaso extenso y profundo de las etapas que atravesó.
El pintor de las almas
Aunque es considerado un artista polifacético, su carrera estuvo dominada por el retrato, en el que alcanzó una profundidad psicológica de tal calibre que sus estudiosos le han calificado como "pintor de almas".
En su primera etapa artística, la que abarca desde 1908 hasta principios de los años 30, su obra estuvo marcada por los retratos figurativos de miembros de la burguesía vienesa de la época, con un estilo alejado de los cánones pictóricos del momento, más próximos al Art Nouveau decorativo.
Su radicalmente novedoso estilo pictórico, distinguido por el uso de intensos colores, líneas angulosas y abundantes capas de pintura que le confieren a las figuras una fuerza extraordinaria, le valió la etiqueta de "enfant terrible" del arte en Viena, pese a lo cual logró numerosos encargos que le consiguió su primer mecenas, el arquitecto Adolf Loos, muy relacionado con la alta sociedad vienesa, e influyó en otros jóvenes artistas austríacos como Egon Schiele.
Autorretrato
Los autorretratos que se hizo a lo largo de su carrera, especialmente tras combatir en la Primera Gran Guerra europea y durante su estancia en la ciudad alemana de Dresde, es otra de las facetas que distinguen al creador austríaco.
Según explicó el comisario de la muestra, Dieter Buchhart, tras combatir en la conflagración mundial, donde se alistó voluntario y fue herido de gravedad dos veces -lo que estuvo a punto de costarle la vida-, Kokoschka comenzó a "reflexionar sobre su propia persona".
"Se cuestionaba a sí mismo por el trauma que le produjo la guerra y, gracias a este constante cuestionamiento de su persona, han surgido algunos de los autorretratos más importantes de la segunda mitad del siglo XX", agregó.
Antibelicista
Su carrera también estuvo marcada por una vida nómada, en la que viajó por distintos países, incluido España, tanto de forma voluntaria, buscando su propio estilo pictórico, como involuntaria, forzado por la persecución que sufrió por el régimen nazi, que le incluyó en su lista de "artistas degenerados" cuando residía en Praga, ciudad de la que huyó en el último avión que salió con destino a Londres, donde vivió exiliado.
La "clara denuncia" en sus obras de las guerras que asolaron Europa en la primera mitad del siglo XX le valieron la etiqueta de activista político, a juicio de Buchhart.
Dentro de esta faceta firmemente antibelicista, se encuadran los dos carteles que pintó de denuncia del bombardeo de Gernika (norte de España) por la aviación nazi, aliada del general Francisco Franco en la Guerra Civil española (1936-1939), que son propiedad del Museo de Bellas Artes de Bilbao y que se incluyen en esta exposición.
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