Abrázame muy fuerte en el cielo
La voz ahogada en llanto confirmaba al otro lado del auricular: "Sí es verdad, sí se murió". Juan Gabriel, el ídolo, el divo, el consentido del público, apagaba su estrella en Santa Mónica, California, en los Estados Unidos.
Alberto Aguilera Valadez, su verdadero nombre, dejó de existir el día de ayer a los 66 años de edad a causa de un infarto.
Su estilista y amigo personal Luis Murrieta, originario de Hermosillo, no lo podía creer: "Hablamos ayer sábado, me dijo que nos veíamos el lunes en San Carlos", relata.
El intérprete tenía varias semanas sin sentirse del todo bien. "Me dijo que andaba malo, aun así se fue a dar un concierto, él y yo íbamos a caminar, salíamos seguido en las tardes y cada vez le costaba más trabajo que no se le agitara la respiración".
"Le dije: 'mijo yo te inyecto algo, alguna medicina para que te alivies', pero él era enemigo de los antibióticos, no le gustaba tomar nada que no fuera natural y ya me lo confirmaron sí falleció".
El pasado viernes, Juan Gabriel se presentó en Los Ángeles, California, como parte de su gira "MeXXIco Es Todo", al evento asistieron 17 mil 500 personas en el Forum de Inglewood, de California.
Su último año de vida "El Divo de Júarez" lo pasó en San Carlos, Nuevo Guaymas, donde compró una casa en la que disfrutaba los momentos que tenía libres entre sus giras.
Hasta el cierre de esta edición, se desconocía que pasaría con los restos del artista pero una fuente cercana comentó que Andrew, mano derecha del cantante ya iba en camino a Estados Unidos, pues él era el único que podía tomar decisiones y hacer movimientos de esta índole.
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