¿Qué provoca la cuesta de enero y por qué cada año aparece sin falta?

MÉXICO.- Cada año irremediablemente aparece la “cuesta de enero”, un fenómeno económico muy puntual, que afecta los bolsillos de los mexicanos después del tradicional desembolso que se realiza en las fiestas decembrinas.

No es coincidencia que la cuesta sea siempre en enero, aunque incluso algunos años se prolonga más meses, debido a que esta se presenta por la combinación de gastos excesivos durante las fiestas de fin de año y el aumento de precios e impuestos de cada año.

Diciembre: El mes en que el corazón manda y la billetera sufre

Durante diciembre, se entra en modo “felices fiestas y que venga lo que venga”, lo que implica derrochar en regalos, cenas, viajes relámpago, ropa nueva y ese extra de queso manchego “porque era oferta”.

Dinero

Que la “cuesta de enero” no te agobie; Profeco emite recomendaciones para hacerle frente en 2026

Apoyados por promociones como el Buen Fin o las rebajas navideñas, muchos consumen por impulso, y no pocas veces con la ayuda de tarjetas de crédito o ahorros.

Enero: El despertador económico

Al comenzar el año, la realidad llama y con factura, según coinciden varios medios nacionales, por:

1. Aumento de precios: La inflación no toma vacaciones, y muchos productos y servicios dan el salto al ritmo del nuevo año.
2. Llegan los compromisos financieros: Impuesto predial, control vehicular, colegiaturas, seguros y todo lo que puedes programar en teoría, viene de golpe en la práctica.
3. Falta de liquidez: Después de un diciembre generoso, el saldo en la cuenta bancaria parece haberse esfumado y te deja sin dinero para cubrir tus gastos.

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Siempre se puede preparar para afrontarla

A pesar de los desafíos que el inicio de año pueda representar, lo cierto es que siempre se puede preparar para minimizar los efectos de la cuesta de enero.

• Festividades decembrinas: Siempre estarán
• Ajustes fiscales y precios: Casi siempre en enero
• Gastos obligatorios: Repetibles, previsibles y, sí, evitables… si planificas

Cómo prepararte desde ya

Aunque el panorama puede parecer desalentador, la buena noticia es que aún hay tiempo para prepararse:

• Usa el aguinaldo no solo para pagar, sino para preparar, reserva una parte para enero antes de diciembre
• Haz un “presupuesto navideño con límites”, porque sí, hasta el espíritu festivo necesita un tope
• Programa pagos anuales con anticipación, ya sea mediante pequeños apartados a lo largo del año, o de última hora con los ingresos extra que recibirás en estos meses