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La estratégica respuesta de Claudia Sheinbaum a las advertencias bilaterales de Donald Trump sobre el T-MEC

Frente a la propuesta de Donald Trump de negociar acuerdos bilaterales “diferentes” para reemplazar el T-MEC, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió con firmeza y serenidad.

CIUDAD DE MÉXICO.-El futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se encuentra bajo un foco de incertidumbre tras las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En el marco de una reunión con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, Trump dejó clara su disposición a remodelar la relación comercial, sugiriendo la posibilidad de sustituir el acuerdo trilateral por pactos bilaterales “diferentes” y “mejores” con cada país.

“Podríamos renegociarlo, y eso sería bueno, o simplemente podemos hacer acuerdos diferentes. Podríamos hacer tratos que sean mejores para cada uno de los países”, expresó Trump, mostrando una ambivalencia que genera inestabilidad en la relación económica de América del Norte. Esta postura no es aislada; el Representante Comercial de EE. UU., Jamieson Greer, ya había adelantado que las futuras conversaciones serían “probablemente bilaterales”, condicionando cualquier negociación a que México cumpla, según su visión, con los compromisos en energía, telecomunicaciones y agricultura.

La respuesta medida y jurídica de Sheinbaum: “El T-MEC es Ley”

Frente a este escenario, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ofreció una respuesta serena, firme y fundamentada en la legalidad. En lugar de reaccionar con alarmismo, subrayó un hecho incontrovertible: T-MEC es ley en EEUU, Canadá y México”. Con esta afirmación, la mandataria establece que cualquier modificación profunda al tratado no es una mera cuestión de voluntad política, sino que implica un complejo proceso legal en los tres países.

Sheinbaum no descartó la posibilidad de que, como parte del proceso de renegociación, se lleven a cabo reuniones bilaterales entre algunos de los integrantes. Sin embargo, matizó que esto forma parte de la dinámica natural de un proceso tan extenso. Su postura se resume en un optimismo cauteloso: “nos va a ir bien, somos optimistas”.

Estrategia mexicana: Diálogo, paciencia y defensa de los hechos

La respuesta de Sheinbaum revela una estrategia clara por parte del gobierno mexicano:

  1. Priorizar el diálogo y los canales formales: La presidenta informó que la próxima semana habrá reuniones de alto nivel, por lo que se esperarán sus resultados antes de considerar una llamada directa con Trump. Esto demuestra una preferencia por la vía diplomática estructurada sobre la negociación por declaraciones públicas.
  2. Preparación interna: Mientras Trump inicia sus consultas públicas de tres meses, la Secretaría de Economía de México hará lo propio, consultando al sector empresarial (pequeñas, medianas y grandes empresas) para definir una postura sólida y unificada.
  3. Esclarecimiento técnico: Sheinbaum recordó que, de los 50 puntos problemáticos planteados inicialmente por EE. UU., muchos se han ido “paulatinamente esclarecidos”. Puso como ejemplo la objeción estadounidense sobre el presupuesto de los tribunales laborales, explicando que la visión inicial de EE. UU. era incompleta al no considerar el financiamiento estatal.

Contexto de la relación bilateral: “Trato de iguales”

El canciller Juan Ramón de la Fuente aportó una perspectiva alentadora sobre el estado general de la relación con Washington. Aseguró que, por primera vez, México está recibiendo un “trato de iguales” por parte de la administración Trump.

“Estamos recibiendo, en efecto, el trato de iguales que queremos, en donde las propuestas de México se escuchan y se agendan y es la primera vez que empezamos en estos diálogos de alto nivel con los temas que México propone”, sostuvo De la Fuente durante su comparecencia en el Senado. Como ejemplo, citó la instalación de un grupo de alto nivel para combatir el tráfico de armas, una iniciativa propuesta por México.

Respecto a la revisión del T-MEC, el canciller fue contundente al descartar una ruptura: “Las negociaciones van a irse dando de conformidad con los tiempos”. Afirmó que el proceso “marcha conforme a los tiempos establecidos” y que todo apunta a que la revisión formal comenzará el próximo año.

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Firmeza legal versus incertidumbre política

El escenario actual presenta una clara dicotomía:

  • Por un lado, Trump utiliza la incertidumbre y la amenaza de acuerdos bilaterales como una herramienta de presión para obtener concesiones, reflejando su estilo de negociación que prioriza el poder de influencia de EE. UU.
  • Por el otro, el gobierno de Sheinbaum contrapone a esta estrategia una respuesta basada en la estabilidad, el marco legal y la preparación meticulosa. Su mensaje es claro: México no se altera ante las declaraciones, conoce sus derechos y obligaciones bajo el tratado vigente, y está preparado para negociar desde una posición de igualdad y con argumentos sólidos.

La presidenta Sheinbaum proyecta confianza en que, más allá de la retórica, prevalezca el interés común de los tres países en mantener un marco comercial estable que beneficie a toda la región. Los próximos meses, con las consultas públicas y las reuniones de alto nivel, serán importantes para definir si el T-MEC evoluciona o si, como sugiere Trump, da un giro hacia un modelo bilateral inexplorado.

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