Estados Unidos impulsa a México como aliado clave para reducir la dependencia tecnológica de China
Estados Unidos afirmó que no tolerará su dependencia de China en tecnologías críticas, como los semiconductores, y está trabajando con México para reubicar estas cadenas de suministro en América del Norte.
CIUDAD DE MÉXICO.-En un movimiento estratégico que redefine las alianzas comerciales y tecnológicas en América del Norte, Estados Unidos está trabajando estrechamente con México para evitar la dependencia en tecnologías críticas provenientes de China, con los semiconductores como punto central de esta política, reporta el medio La Jornada.
La postura de Estados Unidos: Seguridad nacional y reubicación de cadenas de suministro
Durante el Foro de Semiconductores México-Estados Unidos, Mark Johnson, jefe adjunto de Misión de la Embajada estadounidense en México, fue claro y contundente: “Estados Unidos no tolerará la dependencia de países como China para tecnologías críticas”.
La justificación de esta postura se basa en lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19, donde las interrupciones en las cadenas de suministro globales evidenciaron la vulnerabilidad de Occidente. Johnson afirmó que “durante demasiado tiempo hemos permitido que las cadenas de suministro críticas se desplacen al extranjero, dejando a Estados Unidos y nuestros aliados vulnerables a interrupciones e influencias extranjeras”.
Los semiconductores, descritos como “la columna vertebral de la economía moderna”, son esenciales para la seguridad y prosperidad de ambas naciones. La estrategia estadounidense, alineada con la visión del secretario de Estado, Marco Rubio, es relocalizar estas cadenas en el hemisferio occidental. Esto, según Johnson, “abriría un camino para el crecimiento económico de sus socios y protegería la seguridad económica de los Estados Unidos”.
México es visto como un actor clave en este esfuerzo. Johnson celebró la iniciativa del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum de elevar aranceles a importaciones de países con los que no hay tratado comercial (como se detalla más adelante), ya que esto “ayudará a acelerar el traslado de la producción a México del Norte”. El objetivo final, bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, es “poner a Estados Unidos primero” en su política comercial y garantizar su liderazgo global en innovación.
La visión de México: Oportunidad para integrarse en cadenas estratégicas
Por su parte, el subsecretario de Comercio e Industria, Vidal Llerenas, coincidió en el foro sobre la oportunidad que representa para México. Señaló que el país busca “formar parte de las cadenas estratégicas que quieren regresar a América del Norte”, lo que implica aumentar el contenido regional producido bajo el marco del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).
Llerenas reconoció que México es una economía exportadora y compleja, pero con bajo contenido nacional. El objetivo, dijo, es claro: “Queremos entrar en industrias de mayor contenido tecnológico”. El plan “Hecho en México” busca fomentar la compra de productos regionales, lo que incluye bienes de Estados Unidos y Canadá, fortaleciendo así la integración económica de Norteamérica.
Aunque existen incertidumbres, el funcionario destacó el compromiso del gobierno para mejorar la cadena de semiconductores, un tema que estará en la mesa durante la próxima revisión del T-MEC y que requerirá trabajar en aspectos clave como el suministro de energía.
La iniciativa arancelaria de México: Un muro contra las importaciones asiáticas
La sintonía con la estrategia estadounidense se materializó con una iniciativa concreta. La presidenta Claudia Sheinbaum envió al Congreso una propuesta para elevar hasta un 50% los aranceles a casi 1,500 productos provenientes de China y otros países asiáticos con los que México no tiene tratado comercial (como India, Indonesia, Tailandia y Turquía), detalla CNN.
Sectores afectados:
- Automotriz
- Textil, vestido y calzado
- Juguetes
- Muebles
- Semiconductores (entre otros)
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, explicó que el objetivo es “proteger la economía de México” y evitar la pérdida de aproximadamente 325,000 empleos en estados industriales clave como Nuevo León, Jalisco, Estado de México, Ciudad de México y Querétaro. Ebrard recalcó que es “un programa para proteger las industrias estratégicas de México” y que la medida se discute en el Congreso para darle mayor solidez, en lugar de ser decretada directamente.
Si es aprobada por la mayoría oficialista (Morena y aliados), la reforma entraría en vigor 30 días después de su promulgación y estaría vigente hasta el 31 de diciembre de 2026, fecha cercana a la renegociación del T-MEC.
La respuesta de China: Resalta la “resiliencia” del comercio con México
Frente a estas medidas proteccionistas, la respuesta china ha sido de tranquilidad aparente. El embajador de China en México, Chen Daojiang, aseguró que la actividad comercial entre ambas naciones “muestra resiliencia, solidez y desarrollo continuo” a pesar del entorno global, indica La Jornada.
Chen destacó que China es el segundo mayor socio comercial de México y que en 2024 el volumen comercial alcanzó un récord histórico de 209,400 millones de dólares (un aumento del 9.23% interanual). Subrayó que la cooperación bilateral brinda “beneficios tangibles” para ambos pueblos y promueve el desarrollo tecnológico mediante la “innovación cooperativa”.
Este mensaje busca presentar a China como un socio confiable y estable, en contraste con la narrativa de riesgo y dependencia que esgrime Estados Unidos.
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Un reacomodo geoeconómico en marcha
Los hechos pintan un panorama claro:
- Estados Unidos está ejecutando una política exterior y comercial decidida a desacoplarse tecnológicamente de China, considerándolo un tema de seguridad nacional.
- México ve en esta estrategia una oportunidad histórica para ascender en las cadenas de valor globales, atraer inversiones de alta tecnología y consolidar su integración con Norteamérica, aunque asume el riesgo de tensiones comerciales con China.
- China, por su parte, intenta minimizar el impacto de estas medidas, confiando en la fuerza de su relación comercial actual con México.