¿Y si ahorrar fuera más fácil si lo vieras como un acto de amor propio?

MÉXICO.- Durante años, el ahorro ha sido presentado como una obligación, una tarea aburrida o una meta lejana ligada al miedo al futuro.

Pero ¿y si cambiaras la narrativa? ¿Y si, en lugar de ser una carga, lo vieras como una forma cotidiana de decirte: “me importo”?

Ahorrar no debería sentirse como privación, sino como un gesto de cuidado personal.

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Cómo evitar el síndrome del comprador del domingo por la noche

Tal como eliges qué comer para sentirte mejor o a quién rodearte para crecer, reservar una parte de tu ingreso es una forma de ponerte primero, de proteger tu paz mental y de construir un entorno en el que tu yo del futuro pueda confiar.

Según la terapeuta financiera Marta Villegas:

“Cuando cambias la intención detrás del ahorro, dejas de verlo como sacrificio y lo empiezas a vivir como protección emocional”. En ese sentido, ahorrar es una extensión de tu autoestima.