Cuándo conviene comprar a crédito y cuándo de contado

MÉXICO.- Decisiones como comprar artículos a crédito o de contado, tienen un impacto en las finanzas personales, por lo que antes de hacer una elección, se deben considerar varios aspectos.

En algunos casos, la necesidad influye en la elección del método de pago que se utilizará para cierta compra, pero no deben perderse de vista ciertos aspectos que después podrían convertirse en un problema.

Cuándo es mejor financiar y cómo

El director del Master en Riesgos Financieros de Comillas (Icade), Luis Garvía, indica según BBVA, que hay tres niveles a la hora de comprar un buen de consumo.

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¿Qué son los meses sin intereses y qué evaluar antes de utilizarlos?

En una lavadora, por ejemplo, serían las opciones de pago a plazos gestionado directamente con el propio establecimiento, o solicitar un préstamo en el banco y como tercera opción, solicitar un crédito a un banco.

Lo más común es que el préstamo se conceda para grandes inversiones, como una casa o un automóvil, mientras que el crédito queda para gastos más pequeños y puntuales.

Según el experto, la principal diferencia entre ambas opciones, es que en el primer caso, el dinero solicitado se recibe sólo una vez, pero en la alternativa del crédito, esa cantidad se puede solicitar en función de las necesidades que se tengan.

El profesor del departamento de Economía e Historia Económica de la Universidad de Salamanca, Santiago López, el momento ideal para pedir un financiamiento al momento de comprar por ejemplo un automóvil, es conocer bien las expectativas y preferencias personales, para calcular el costo de oportunidad.

Adicionalmente en contextos inflacionarios, se debe evaluar con detenimiento las condiciones de acceso al financiamiento, antes de que se tome cualquier decisión.

Cuándo elegir pagar al contado

BBVA menciona que López considera que si hay dinero y el importe se puede asumir, siempre será mejor pagar al contado, especialmente cuando se trata de una lavadora o televisión, cuya duración se puede extender entre 5 y 10 años.

Esta decisión también se podría aplicar para bienes de consumo que permitan aumentar la productividad y alcanzar mayores ingresos, como podría ser adquirir una computadora más rápida o un automóvil de bajo consumo.