¿Tus deudas son tuyas o las heredaste sin darte cuenta? La carga cultural del endeudamiento
“Antes de los gráficos, estaban los sentidos. ¿Puedes identificar cuándo gastas desde la calma y cuándo desde la ansiedad? ¿Sabes qué te da seguridad, sin que una app te lo diga?”
MÉXICO.- Aunque las deudas suelen analizarse desde un ángulo financiero, muchas veces su origen es más emocional y cultural que económico.
En México, como en muchas otras sociedades, la forma en que manejamos el dinero suele estar heredada, no cuestionada.
Según la antropóloga financiera Diana Martínez,
“Muchas personas no están endeudadas por necesidad real, sino por replicar un modelo familiar o social que les enseñó que el crédito es parte de la adultez o una vía rápida para aparentar estabilidad”.
📌 Señales de que podrías cargar una deuda heredada:
- Creencias como “tener tarjeta es símbolo de éxito”.
- Aprendizaje implícito de que “vivir al día es normal”.
- Modelos familiares donde endeudarse para ayudar, regalar o quedar bien era común.
Reconocer el origen emocional y cultural de tus hábitos financieros es el primer paso para liberarte de ellos. Una deuda no es solo un monto pendiente: puede ser una herencia no cuestionada que arrastras sin darte cuenta.
🌿🧠 ¿Y si tu economía no tuviera números ni apps? Volver a una relación intuitiva con el dinero
En tiempos donde las aplicaciones, hojas de cálculo y comparadores de inversión parecen dominar las finanzas personales, surge una pregunta incómoda:
¿Sabes manejar tu dinero sin depender de la tecnología?
El educador en finanzas conscientes Ricardo Téllez propone una provocación:
“Antes de los gráficos, estaban los sentidos. ¿Puedes identificar cuándo gastas desde la calma y cuándo desde la ansiedad? ¿Sabes qué te da seguridad, sin que una app te lo diga?”
🧭 ¿Cómo sería una economía sin números?
- Basada en el autoconocimiento emocional más que en reportes semanales.
- Enfocada en hábitos consistentes, no en métricas.
- Guiada por preguntas como: ¿Esto me da paz? ¿Esto es sostenible para mí?
Esto no implica rechazar la tecnología, sino recordar que la claridad financiera nace del interior, no del dispositivo.Tu economía debería servirte a ti, no a tu hoja de cálculo.