Inversiones sin humo: Las estrategias aburridas que te hacen rico en silencio
Este mensaje finaliza con una invitación: dejar de perseguir rendimientos fugaces y empezar a construir una libertad financiera real, aunque sea con activos aburridos. Porque, como dice el autor, “lo que no brilla también puede construir”
MÉXICO.- En un mundo dominado por la inmediatez, la adrenalina y los reflejos veloces del trading, una verdad incómoda se abre paso: las estrategias más aburridas son las que verdaderamente construyen riqueza.
El experto en finanzas, Cesar Dabian, realizó un análisis sobre esto, a continuación retomamos algunos puntos clave.
Lejos del brillo de los NFTs, las criptomonedas de moda o las startups disruptivas, existe un tipo de inversión silenciosa, sin fuegos artificiales ni seguidores en Instagram, pero con resultados sólidos y sostenibles.
Según el autor del canal financiero Freanzas, el mito de la inversión emocionante ha contaminado el imaginario colectivo.
Se nos vende la idea de que “hay que comprar antes de que explote” o apostar por la nueva cripto milagrosa.
Pero esto no es más que una confusión entre emoción y rentabilidad, una trampa que lleva a muchos a comprar caro y vender barato, guiados por la ambición y el miedo.
Mientras tanto, los verdaderos constructores de patrimonio invierten en activos que parecen invisibles: bonos gubernamentales (como los CETES en México), fondos indexados (ETFs), bienes raíces para renta, acciones que pagan dividendos y hasta seguros con componente de ahorro. Todos comparten una característica: son predecibles, estables y no provocan sudor frío.
El ejemplo más claro está en los bonos federales, que permiten a cualquier persona prestar dinero a su gobierno a cambio de un rendimiento anual, sin sobresaltos. Invertir 100 mil pesos hoy podría significar tener 250 mil pesos en 10 años, solo por reinvertir y esperar.
En paralelo, los fondos indexados como VOO, VT, SPY permiten invertir en todo el mercado con una sola operación. ¿El resultado? Si hubieras invertido $10,000 en el año 2000, hoy tendrías más de $40,000 sin mover un dedo.
Otro caso llamativo son las acciones con dividendos, como las de Coca-Cola o Johnson & Johnson. Estas empresas pagan a sus accionistas simplemente por ser dueños. Invertir $2,500 dólares en Coca-Cola podría darte $75 dólares anuales en dividendos, que al reinvertirse generan crecimiento compuesto.
En el extremo más “aburrido” están los seguros con ahorro, que protegen y al mismo tiempo hacen crecer el capital a largo plazo. Aunque no generan conversaciones en cenas de amigos, pueden representar millones de pesos acumulados a lo largo de 30 años.
Dos personajes lo ilustran: Gastón, obsesionado con la moda financiera, vive estresado, endeudado y sin liquidez. En contraste, Ricardla, con un portafolio modesto y aburrido, vive de sus rentas, dividendos y sin deudas a sus 38 años.
La conclusión es clara: el ruido no siempre es riqueza, muchas veces es desesperación disfrazada de estrategia. Como muestran libros como “El millonario de la puerta de al lado”, la mayoría de los ricos no se ven ricos, pero lo son.
Este mensaje finaliza con una invitación: dejar de perseguir rendimientos fugaces y empezar a construir una libertad financiera real, aunque sea con activos aburridos. Porque, como dice el autor, “lo que no brilla también puede construir”.
¿Y tú? ¿Cuál de estas estrategias silenciosas vas a implementar? Porque en finanzas, muchas veces, menos adrenalina es más riqueza.